Imagen
© desconocido
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, insistió hoy en que uno de los peligros del narcotráfico y en general las drogas es que derivan en otros delitos conexos, de violencia criminal.

En su conferencia El problema de las drogas en las Américas, presentada en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, en esta capital, Insulza señaló que ese es uno de los fenómenos que más preocupa a la población de la region, ya que está muy ligado al tráfico de armas.

"La violencia letal producida por las armas de fuego en América Latina y el Caribe supera ampliamente al promedio mundial de 42 por ciento del total de homicidios", precisó el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Insulza señaló que según el informe de la OEA Sobre Seguridad Ciudadana 2012, en el Caribe el 68 por ciento de los homicidios son cometidos con armas de fuego, en América Central el 78 por ciento, en Norteamérica el 55 por ciento y en América del Sur el 83 por ciento.

En ese sentido, puso como ejemplo la espiral de violencia armada en Honduras, que tenía una de las tasas menores hace 20 o 25 años.

De acuerdo con el directivo, es probable que la diferencia por subregiones se deba a dos razones: la condición económica y social de los países; y especialmente las capacidades también diferenciadas de los Estados para garantizar la protección de sus ciudadanos y, principalmente, para garantizar que las leyes sean efectivamente cumplidas.

Insulza también insistió en que el consumo adictivo de drogas es una enfermedad, por lo que debe ser tratado como tal, al tiempo que enfatizó que los países de la región sienten y viven de manera diversa lo que se denomina Problema de las Drogas.

"En regiones de cada uno de ellos puede llegar a plantearse de manera diversa, tiene protagonistas y hasta realidades geográficas diferentes, que se viven en cada país con distinta intensidad e impactos", sostuvo.

Al hacer una valoración del informe de la OEA, el senador chileno Jaime Orpis consideró que precisamente una de las deficiencias del documento es que no reconoce las diferentes categorías de países, aunque se refiere a escenarios distintos.

"Me pregunto si este informe responde a la realidad de Chile, y tengo la convicción de que no", sostuvo el legislador, al comentar que el texto no refleja dos grandes problemas del país austral; los altos niveles de consumo y su relación con el delito.

De acuerdo con el senador, el análisis que hace la OEA es extremadamente débil en materia de consumo, esfera en la que Chile tiene uno de los niveles más altos entre los escolares.

"El tema es critico a nivel escolar, lo que se esta viviendo en los colegios es muy delicado", subrayó el congresista, quien apoyado en estadísticas demostró como en grados secundarios el consumo de marihuana se disparó de un tres por ciento en 1995 a un 10,5 en 2011. Los mayores aumentos se nos están dando en los grados mas bajos, le recordó el sanador a Insulza, también chileno.

Orpis hizo referencia a un estudio que demostró como en el 60 por ciento de los delitos de mayor connotación social, los autores dieron positivo en pasta base de cocaína. "Y el 46 por ciento que dio positivo en cocaína pasta base había estado en la cárcel en el año anterior", acotó.