Las autoridades egipcias elevaron el jueves a más de 500 la cifra de muertos por los enfrentamientos del miércoles entre fuerzas del orden y partidarios del ex presidente Mohamed Morsi.
En su primera declaración sobre el deterioro de la situación en el país del norte de África, el presidente Barack Obama canceló los ejercicios militares conjuntos con Egipto programados para el mes próximo aduciendo que Estados Unidos no puede continuar cooperando con el gobierno egipcio cuando mueren civiles en las calles. Asimismo, encomendó a su equipo nacional de seguridad determinar qué medidas adicionales podría adoptar.
La cifra de víctimas deja al descubierto la extensión de la violencia que se vivió en el país y que provocó que el gobierno declarara estado de emergencia nacional y un toque de queda por las noches.

El portavoz de la dependencia Jaled el-Jatib dijo a The Associated Press que la cifra de heridos por la violencia del miércoles ascendía a 3.717.
Los enfrentamientos comenzaron cuando la policía desalojó dos campamentos montados en El Cairo por los seguidores de Morsi, quien fue derrocado por el ejército el 3 de julio. Los enfrentamientos se extendieron a otras partes de la capital egipcia y a otras ciudades del país.

Cerca de este campamento, un reportero de la AP vio decenas de cadáveres ensangrentados almacenados en una mezquita. Los cuerpos estaban envueltos en sábanas y a la espera de ser reclamados por sus familiares.
Algunas personas descubrían los rostros para tratar de identificar a sus seres queridos. Muchos se quejaron de que las autoridades les impedían obtener permisos para enterrarlos.
El jueves enfurecidos partidarios del presidente depuesto prendieron fuego a dos edificios gubernamentales en Giza, la ciudad aledaña a El Cairo en donde se encuentran las famosas pirámides.

Las oficinas del gobierno de Giza se encuentran en la carretera que lleva a las Pirámides en la ribera oeste del Río Nilo. La televisión estatal atribuyó los ataques a los partidarios islamistas del presidente depuesto.
En respuesta, las autoridades egipcias autorizaron a la policía a usar la fuerza letal para protegerse y proteger a las instituciones clave del estado de ataques.

Tamarod, el movimiento popular que organizó las manifestaciones masivas que llevaron al derrocamiento de Morsi, propuso la creación de comités populares para proteger las propiedades gubernamentales y privadas.
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