tumba del rey Ricardo
© le.ac.uk
Ricardo III (1452-1485), el último monarca inglés muerto en combate, reinó durante sólo dos años, y a lo largo de cinco siglos ha sido considerado, con o sin razón, el peor y más malvado rey en la historia de Inglaterra. Después de una vida agitada, sus restos mortales tampoco descansaron en paz.

Enterrado en una tumba olvidada que afrontó muchas vicisitudes, ésta fue hallada finalmente en 2012, bajo un aparcamiento de automóviles en la ciudad británica de Leicester, y en 2013 se ha confirmado que el ocupante es el sombrío monarca. Tras haber visto el paso de cinco siglos, esos huesos han comenzado a hablarle a la ciencia forense moderna sobre lo que ocurrió realmente el 22 de agosto de 1485, cuando el rey luchó en la Batalla de Bosworth hasta su último aliento, y quizá acaben obligando a reescribir algunas páginas de la historia.

Pero los misterios en torno al sitio donde Ricardo III fue enterrado, una antigua abadía, no se han terminado. Muy cerca de donde se halló sepultado al rey, reposaba un sarcófago de piedra del siglo XIV, de ocupante desconocido, si bien hay algunas hipótesis sobre su identidad.

La exhumación del sarcófago y el análisis detallado de su contenido, un trabajo a cargo de arqueólogos de la Universidad de Leicester, debería permitir resolver el enigma de la identidad del personaje que fue enterrado en la antigua Abadía de Greyfriars. El paso de los siglos acabó por sepultar las ruinas de dicha abadía, y costó mucho localizar su emplazamiento bajo la actual geografía urbana de Leicester.

Por lo que se sabe, el sarcófago y su ocupante son más de 100 años anteriores al enterramiento de Ricardo III.

El sarcófago es el primero de piedra que se halla intacto en esas ruinas (a Ricardo III aparentemente lo enterraron directamente en la tierra, sin ataúd ni tan siquiera mortaja), y todo apunta a que contiene los restos mortales de un personaje importante e influyente en su época.

Los arqueólogos sospechan que el sarcófago puede albergar a un caballero medieval, o a uno de dos franciscanos de alto rango de la abadía. El caballero medieval pudo ser el referido en las crónicas históricas como Mutton, un individuo cuya identidad parece corresponder a la de Sir William de Moton de Peckleton, fallecido en algún momento entre los años 1356 y 1362. En cuanto a los dos franciscanos, sus nombres eran Peter Swynsfeld, uno de los fundadores de la abadía, que murió en 1272, y William de Nottingham, fallecido en 1330.

Información adicional