La mujer que este jueves ha intentado sobrepasar la zona de seguridad del Capitolio con su coche ha muerto al ser abatida a tiros por la Policía, según ha informado la portavoz del cuerpo de seguridad, Cathy Lanier.

mujer abatida Capitolio
© Jason Reed / REUTERS
"La sospechosa ha sido alcanzada por los disparos y ha sido declarada muerta", ha dicho Lanier, en una rueda de prensa ofrecida frente al Capitolio, en declaraciones recogidas por la cadena estadounidense CNN.

Una fuente de Inteligencia ha revelado que todo ha comenzado cuando la mujer se ha enzarzado en una discusión verbal con los policías de un puesto de control ubicado en los alrededores de la Casa Blanca y, al verse acosada, ha huido en dirección al Capitolio.

Entonces, se ha iniciado una persecución policial en la que se han escuchado decenas de disparos. En el marco de la misma, la mujer ha atropellado a un policía de 23 años de edad que ha tenido que ser ingresado, pero que está fuera de peligro.

Los policías han conseguido rodearla en las inmediaciones del Capitolio y se han acercado a ella "con las armas en la mano", según varios testigos, pero la mujer ha vuelto a escaparse, dando lugar a otra persecución policial.

En su intento de huir de las fuerzas de seguridad, la mujer ha estrellado su coche, con lo que las patrullas policiales finalmente han conseguido llegar hasta ella y, de acuerdo con estos testigos, la han disparado.

En este contexto, las fuerzas de seguridad han ordenado evacuar la zona y las sesiones en la Cámara de Representantes y en el Senado se han suspendido. A los legisladores se les ha ordenado permanecer lejos de las ventanas.

Las autoridades estadounidenses han descartado que este suceso, que ha desatado el pánico durante más de una hora en esta emblemática zona de Washington, tenga carácter terrorista, aunque todavía se desconocen los motivos.

Actualización

La hermana de la fallecida por disparos de la Policía en el Capitolio cree que los agentes se excedieron

La hermana de la mujer fallecida el pasado jueves frente al Capitolio por los disparos efectuados por la Policía ha estimado, desde su experiencia como antigua agente, que las fuerzas de seguridad podrían haber evitado hacer uso de sus armas.

La ex sargento de la Policía de Nueva York Valarie Carey lamentó que "el uso de la fuerza física letal no es el último recurso ni debería haberlo sido" a la hora de resolver la situación que acabó con la vida de su hermana.

Miriam Carey, de 34 años, recibió varios disparos frente a un edificio del Senado tras una persecución policial que comenzó cuando atropelló a un agente del Servicio Secreto en un puesto de control a pocos kilómetros de la Casa Blanca.

"Mi hermana podría haber sido cualquier persona que circulara por la capital", declaró Carey, cuya sobrina de un año de edad, Erica, viajaba en el asiento trasero del vehículo que conducía su hermana, quien iba completamente desarmada.


"Estoy más que convencida de que no había necesidad de que la Policía usara sus armas si sabían que nunca se efectuaron disparos desde el interior del vehículo. Yo no sé cómo funciona el protocolo de seguridad en Washington D.C., pero sí sé como funciona en Nueva York", declaró.

Según su familia, Carey sufría de depresión posparto que en una ocasión necesitó de una hospitalización. En el momento del suceso, recibía medicación y terapia.