Un asteroide que fue descubierto en el sistema solar a comienzos de 2012 volverá a acercarse a la órbita de la Tierra el próximo 8 de octubre.
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© Corbis / RT
El cuerpo celeste 2012 BX 34, que fue detectado el 25 enero de 2012 por los participantes del programa estadounidense 'Catalina', orientado a la búsqueda e investigación de cuerpos menores del sistema solar, como asteroides y cometas, volverá este martes a acercarse a la órbita de la Tierra. La distancia entre el objeto astronómico y el planeta llegará a ser de unos 54 millones de kilómetros, según la agencia rusa Ria-Novosti.

Cuando hizo su primera aparición en la trayectoria de la Tierra, en 2012, el asteroide pasó a unos 60.000 kilómetros de distancia de nuestro planeta.

El cuerpo celeste fue catalogado como objeto próximo a la Tierra, es decir, un objeto atrapado por la gravitación del planeta que periódicamente vuelve a su trayectoria. Según los cálculos, se estima que el diámetro del objeto espacial es de unos 8-10 metros, es decir, del tamaño medio de un autobús.

Los investigadores del Centro de planetas menores, un organismo de Observatorio Astrofísico Smithsonian, estiman que el brillo del cuerpo celeste tiene una magnitud aparente de 14, es decir, similar al brillo de Plutón.

Los científicos indican que a causa de su tamaño el cuerpo celeste no es potencialmente peligroso para nuestro planeta y que incluso en el caso de que fuera atraído por la gravitación, se quemará al entrar en la atmósfera, ya que el diámetro 'crítico' de este tipo de objetos tiene que superar los 140 metros.

El cuerpo celeste fue catalogado como objeto próximo a la Tierra, es decir, un objeto atrapado por la gravitación del planeta que periódicamente vuelve a su trayectoria. Según los cálculos, se estima que el diámetro del objeto espacial es de unos 8-10 metros, es decir, del tamaño medio de un autobús.

Los investigadores del Centro de planetas menores, un organismo de Observatorio Astrofísico Smithsonian, estiman que el brillo del cuerpo celeste tiene una magnitud aparente de 14, es decir, similar al brillo de Plutón.

Los científicos indican que a causa de su tamaño el cuerpo celeste no es potencialmente peligroso para nuestro planeta y que incluso en el caso de que fuera atraído por la gravitación, se quemará al entrar en la atmósfera, ya que el diámetro 'crítico' de este tipo de objetos tiene que superar los 140 metros.