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El régimen de Al Saud en Arabia Saudí, que preserva su poder mediante la política de mano dura, ha sofocado una vez más la voz de una figura antigubernamental, acusándola de supuesto "lavado de dinero".

Es el caso del prominente clérigo saudí, Sheij Suleiman al-Alwan, quien fue condenado el pasado 3 de octubre a 15 años de prisión.

El hecho provocó este lunes la indignación de un gran número de saudíes, quienes coparon las calles de la capital, Riad, para protestar contra la sentencia y exigir la pronta liberación del religioso y de otros presos políticos del país.

Los manifestantes gritaron consignas contra las autoridades del Ministerio de Interior y calificaron el caso de los prisioneros políticos como una línea roja para los opositores antigubernamentales.

Sheij Suleiman al-Alwan, una destacada figura antigubernamental, fue arrestado en 2004 por los agentes de seguridad de Al Saud, y durante seis años fue confinado en una celda solitaria, aun privado de visitar a sus familiares cercanos.

En el pasado 3 de octubre un tribunal penal de Arabia Saudí dictaminó 15 años de cárcel para el clérigo, bajo la acusación de implicarse en un blanqueo de capitales.

A Al-Alwan le pesan también, otros cargos como "acusar a jueces saudíes de preferir la obediencia al régimen dominante por la sumisión a Dios" y tachar a ciertas figuras religiosas de títeres de Al Saud.

Sheij Suleiman al-Alwan no es la única personalidad religiosa en esta monarquía árabe que es condenada por sus rechazos a las políticas del régimen de Al Saud.

Sheij Walid al-Senani es otro destacado religioso saudí que fue detenido hace 19 años por protestar contra la presencia de los militares estadounidenses en su país. El detenido estuvo en la cárcel durante unos 15 años sin que fuera sometido a un juicio.