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© NASA/JPL/JHUAPLLas áreas rosas corresponden a depósitos de ópalo.
La Mars Reconnaissance Orbiter lleva entre sus instrumentos algunas de las cámaras más potentes que se han enviado al espacio. Y gracias a ellas recibimos sugerentes fotografías desde la superficie del planeta rojo que nos ayudan a comprender mejor la geofísica de este mundo.

Pero aparte de las fotografías enviadas, la MRO tiene la capacidad de darnos mucha más información invisible al ojo humano. Por ejemplo, el instrumento CRISM, utilizando la técnica llamada espectroscopía de reflectancia, es capaz de "detectar" minerales en la superficie marciana.

En estos minerales se pueden detectar la presencia de agua (minerales hidratados). Pero también podemos encontrarnos con piedras preciosas. Por ejemplo, en la imagen de cabecera de este post, la MRO ha encontrado en el pico central de un cráter una forma de sílice hidratado (áreas de color rosa) más conocido en la Tierra como ópalo.

Este ópalo tiene una gran importancia para los científicos. Primero, porque a menudo estas gemas poseen un alto contenido en agua. Y segundo, porque en nuestro planeta se han encontrado fósiles y otros signos de biología activa en estas piedras preciosas.

Este ópalo detectado en Marte probablemente no posea la calidad necesaria para poder tallar joyas con él, pero es un interesante registro de la historia de Marte. Así que su valor es muy superior al de un diamante.

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El espectrómetro CRISM ha identificado a los minerales presentes en el sur del cráter Baldet. Los colores de esta imagen no son los que veríamos a simple vista, ya que la fotografía ha sido tomada en el infrarrojo.
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