La Fiscalía General de Ucrania ha informado este viernes de la puesta en libertad de todos los manifestantes detenidos durante las protestas proeuropeas, que iniciaron el pasado diciembre.
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En una rueda de prensa, el fiscal general ucraniano, Viktor Pshonka, ha asegurado que los 234 opositores arrestados han sido liberados. No obstante, ha condicionado la eliminación de las causas penales contra las mencionadas personas a "la liberación de los edificios bloqueados y las vías públicas para el transporte".

La Justicia de Ucrania, ha agregado Pshonka, planea "iniciar el archivo de las causas penales, a partir del próximo 18 de febrero", si la oposición cumple con la indicada condición.

En esta misma jornada, el canciller de Rusia, Serguei Lavrov, ha expresado la disposición de su país para hacer de mediador en las conversaciones entre el Gobierno y la oposición sólo si los mismos ucranianos lo piden.

El ministro ruso de Exteriores ha señalado que Moscú no trata de imponer su mediación a Kiev, ya que "los mismos ucranianos deben encontrar una salida a la crisis política". Asimismo, ha instado a "todos los demás socios de Ucrania" a adoptar la misma postura hacia el país europeo.

Rusia rechaza cualquier injerencia extranjera en asuntos de Ucrania y el apoyo prestado por Occidente a los opositores ucranianos en las calles, a favor de una solución dialogada al caso. Empero, tanto EE.UU. como la UE han amenazado varias veces a Kiev con sanciones económicas, en caso de que sigan los enfrentamientos.

En los últimos días, el Gobierno del presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, ha dado pasos concretos para atender las demandas de los manifestantes que, en primer lugar, piden más acercamiento entre Kiev y la UE. El miércoles, Yanukovich aceptó la idea de un gobierno de coalición con los principales partidos de la oposición