Un reporte sobre fugas radiactivas del "basurero atómico" de Carlsbad (Nuevo México) provocó preocupación pese a desmentidos de las autoridades estadunidenses y mexicanas. Un reporte aparecido ayer en la página de internet PoliticalEars.com de Nuevo México consignó que "la fuga de radiación potencialmente afecta a 14 millones de residentes en Nuevo México, Texas y Chihuahua (México)" y podría llevar a una evacuación masiva.
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La versión fue rechazada por un portavoz de la Planta Piloto de Aislamiento de Desechos (WIPP, por sus siglas en inglés), que citó informes del Departamento de Energía del gobierno estadunidense.

Por su parte, Fernando Motta Allen, director de Protección Civil del Gobierno Municipal de Ciudad Juárez, subrayó que no hay alerta por las fugas de radiación registradas en el tiradero nuclear de Carlsbad (Nuevo México).

Fuentes mexicanas, en las secretarías de Energía y de Relaciones Exteriores, indicaron por su parte que no tienen mayor información.

El depósito, a unos 800 metros bajo tierra, está 43 kilómetros al este de la ciudad de Carlsbad (Nuevo México) y unos 270 kilómetros al norte de la frontera con México. La población se encuentra unos 270 kilómetros al este-noreste de Ciudad Juárez (México).

El depósito está cerrado desde hace casi un mes, luego de un incendio ocurrido el 5 de febrero en un camión en las instalaciones subterráneas del tiradero nuclear, donde hay mas de 80 mil metros cúbicos de desechos de material atómico y químico contaminado, y un escape de radiación detectado el 14 de febrero que contaminó a 13 trabajadores.

Pero desde entonces la situación se ha estabilizado. "Los niveles fueron bajos y no son un peligro para la salud", precisó la publicación Scientific American.

El viernes, el Departamento de Energía estadunidense divulgó un documento de más de cien páginas en torno al fuego accidental ocurrido en el depósito subterráneo.

En sus conclusiones, los investigadores precisaron que el accidente, un incendio en un camión ocurrido el 5 de febrero, pudo haber sido prevenido de entrada si el vehículo hubiera sido limpiado periódicamente de residuos de aceites y petróleo.

Igualmente, identificaron varios errores durante los momentos posteriores al incendio, que entre otras consecuencias "canalizó" humo del incendio a zonas de la mina donde se suponía que los trabajadores tendrían aire limpio.

Radiactividad fue frenada

Pocas personas asistieron el pasado jueves 7 de marzo a una asamblea pública en Nuevo México en la que el Departamento de Energía reveló nueva información de sus acciones frente a una fuga radiactiva que ocurrió en febrero en el único depósito subterráneo de desechos nucleares en el país.

Preguntas sobre qué causó el escape en la Planta Piloto de Aislamiento de Desechos en Carlsbad, Nuevo México, la extensión de la contaminación y el futuro del programa federal de eliminación de desperdicios atómicos han estado en circulación desde hace semanas.

Parte de la incertidumbre fue disipada cuando las autoridades anunciaron que el nivel de partículas radiactivas capturadas por las estaciones de monitoreo en el área de Carlsbad había decrecido significativamente y estaba cerca de lo normal.

Funcionarios dijeron que nuevos exámenes a los 13 empleados que estaban en la planta cuando ocurrió la fuga radiactiva muestran que no es probable que sufran repercusiones serias de salud.

El alcalde de Carlsbad, Dale Janway, dijo en la asamblea pública que los sistemas en la planta piloto funcionaron, y los filtros capturaron la mayor parte de la radiación que escapó de la mina subterránea.

"Mientras más tiempo tome llegar al fondo del asunto, mayores los daños para Carlsbad y este proyecto", dijo.