Concertinas de la muerte
Rajoy ha asegurado, en una entrevista en la Ser recogida por Europa Press, que la fuerte presión migratoria que sufre Ceuta y Melilla es un tema que le ha "preocupado y ocupado mucho" siendo ya ministro de Interior y ahora "sigue dando la batalla en Europa con el apoyo de los países del sur de Europa".

Ha asegurado que la solución pasa por colaborar con los países de origen de los inmigrantes pero ha apelado a la necesidad de adoptar "decisiones equilibradas" porque "no se puede tener una frontera abierta por la que entre todo el mundo".

Sobre el uso de la concertinas en el perímetro fronterizo, ha recordado que las cuchillas se instalaron en 2005 y "nunca nadie dijo nada". Según Rajoy, su instalación "es muy habitual cuando alguien no quiere que se cruce una frontera" y ha declinado retirarlas pese a las recomendaciones de la Unión Europea.

De la misma forma, no ha dicho nada sobre las actuaciones violentas de los policías españoles y marroquís en tales fronteras, que ya causaron más de una decena de muertos, con total impunidad, en Ceuta, y que ahora se dedican a gasear y apalear a esas mismas personas, encaramadas a la valla, por las que el señor presidente dice sentir "tristeza". No se puede ser más ruín, sinvergüenza e hipócrita.

Lágrimas de sangre son las del señor Rajoy... pero de la sangre que tiene en sus manos proviniente de los cuerpos y/o los cadávares de los migrantes a los que, además de poner las inhumanas corcetinas, por si tal cosa ya no fuese suficiente atrocidad, manda apalear, gasear y cualquier otro tipo de acción violenta sin el menor miramiento y con total impunidad.