RTjue, 15 mayo 2014 09:34 UTC
Grandes acontecimientos políticos de Oriente Próximo como la Primavera Árabe y la guerra en Siria fueron provocados por el cambio climático, afirma el Consejo Asesor Militar del Centro Naval de Análisis de EE.UU. en su nuevo informe.© AFP Nicolas Asfouri
El Consejo Asesor Militar del Centro Naval de Análisis (CNA) - integrado por una serie de líderes militares de varias alas de las Fuerzas Armadas - ha concluido en un
estudio que
EE.UU. debe liderar la preparación para hacer frente a los desastres causados por el cambio climático y que los militares, en particular, tienen que invertir recursos para luchar contra este proceso. Esos recursos incluyen aumentar los esfuerzos para facilitar la navegación por el océano Ártico y la inversión en energía más limpia.
El informe pasa luego a considerar el cambio climático responsable de una serie de procesos políticos de Oriente Próximo que están especialmente vinculados al islam radical. Por ejemplo, los militares señalan que "el conflicto en Siria estuvo precedido por cinco años de sequías devastadoras", y aunque no se puede atribuir plenamente la totalidad de las agitaciones regionales conocidas como la Primavera Árabe al cambio climático, puede que sus efectos "también hayan actuado como catalizadores para estos conflictos".
Además, el CNA sitúa el cambio climático en la misma línea que el terrorismo y los ataques cibernéticos, ya que no está limitado por las fronteras políticas y requiere una atención similar.
"Las acciones de EE.UU. y la comunidad internacional han sido insuficientes para adaptarse a los retos asociados al cambio climático proyectado", asegura el Consejo del CNA al precisar que los militares deben prepararse para responder a un número creciente de
desastres naturales, así como a "la sequía, las inundaciones y la escasez de alimentos resultantes, la desertificación, los desplazamientos de población, las migraciones masivas y el aumento del nivel del mar", fenómenos que "están planteando retos de seguridad a los Gobiernos" de las regiones afectadas.
Comentario: Como bien lo explica Laura Knight-Jadczyk en su libro
Comets and the Horns of Moses, las autoridades temen perder la falsa imagen de que tienen el control, y que la mayoría de la gente, que tiende a buscar soluciones en sus gobernantes, se vuelva contra estos cuando ocurren eventos que podríamos llamar "de fuerza mayor":
"...la historia humana parece definirse por una sucesión de élites gobernantes más o menos corruptas, y si hemos de suponer que este tipo de corrupción (y su propagación por toda la sociedad) es el mecanismo por el cual una civilización atrae a las catástrofes cósmicas, culpar y deponer a la élite es una buena solución. El problema, sin embargo, es que el mecanismo subyacente no es entendido por el pueblo, lo que significa que no tienen el conocimiento de que, si se quiere evitar más destrucción, se debe, a toda costa, evitar el establecimiento de cualquier élite corrupta en el futuro.
"Al final, tanto el pueblo como la élite buscan un paradigma que resta importancia a las catástrofes cíclicas, pero lo hacen por diferentes razones. La gente quiere aliviar la enorme presión de una gran catástrofe certera pero impredecible, mientras que la élite quiere permanecer en el poder. El compromiso que sirve a ambos objetivos es la ilusión de una élite que es capaz de proteger a la gente de cualquier desastre. Esta ilusión puede adoptar diversas formas: rituales para apaciguar a los dioses, la revisión de la historia que muestra una evolución de la humanidad uniformista, sin incidentes, y mucha, mucha propaganda.
"Esta mentira funciona bien durante los periodos de calma entre dos grandes catástrofes. Sin embargo, la historia muestra que cuando las hambrunas, los terremotos y las plagas han atacado y cobrado bien caro, cuando los volcanes hacen erupción o los cometas flamean en el cielo o las tormentas de meteoros y las anomalías del tiempo aumentan, se derrumba la ilusión, la raison d'être [razón de ser] de las élites (es decir, proteger a las personas) colapsa y el objetivo ha sido y siempre será, en última instancia, las clases dominantes. Y ellos lo saben. Así, que cuando, tal como Anaxágoras, Sócrates o Critias mencionan estos hechos incómodos, son silenciados a través del ridículo y la calumnia, e incluso la muerte.
[...]
"Si las masas de la humanidad fueran a reconocer las verdaderas causas de estos fenómenos, esto implicaría el reconocimiento de la falta de poder de la élite y por lo tanto el final de su "mandato del cielo".
"Por supuesto, en el comienzo de estos tiempos de problemas, la gente quiere creer que su gobierno - sus reyes y la elite gobernante - son lo suficientemente potentes, o lo suficientemente puros, para controlar a la naturaleza a modo que las inundaciones, los incendios forestales, los terremotos y las erupciones volcánicas cesen y todo vuelva a la normalidad. Y la élite gobernante toma ventaja de esto durante esos momentos, tratando de encontrar chivos expiatorios probables en otras naciones, algunos grupos de minoría en su propio país, o sus enemigos personales - incluyendo aquellos que están señalando que podría ser su corrupción la que está atrayendo a todos los males - con el fin de distraer a la población general de sus [de la élite] propios posible pecados de comisión u omisión. Esto significa que tal período puede incluir guerras prolongadas y la acompañada carga necesaria de impuestos, las persecuciones de un grupo u otro, el aumento de la histeria social y el descontento general, hasta que por fin, un día, el pueblo, como un todo, despierta y ve que sus gobernantes se han comportado muy mal y toda la culpa se vierte sobre ellos. Esto es irónico porque una cosmovisión antropocéntrica, donde el hombre cree que él tiene el control, impide que las personas - incluso la gente en el poder - sean conscientes de las realidades de nuestra existencia en este planeta, que incluyen eventos cósmicos destructores de civilizaciones."
Comentario: Como bien lo explica Laura Knight-Jadczyk en su libroComets and the Horns of Moses, las autoridades temen perder la falsa imagen de que tienen el control, y que la mayoría de la gente, que tiende a buscar soluciones en sus gobernantes, se vuelva contra estos cuando ocurren eventos que podríamos llamar "de fuerza mayor":