El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha pedido al Congreso 500 millones de dólares para entrenar y suministrar armas a los rebeldes sirios.

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Esta suma es parte de un paquete de 65.800 millones de dólares que la Administración presidencial solicitó al Congreso, informa AP.

El paquete fiscal también incluye 1.000 millones de dólares para ayudar a las naciones que bordean Siria -Jordania, Líbano, Turquía e Irak- para cooperar con el flujo de refugiados y la amenaza de los extremistas. También formaliza una solicitud de 1.000 millones para fortalecer la presencia militar de EE.UU. en Europa Central y Oriental.

Si el paquete es aprobado por el Congreso, complementaría el programa encubierto realizado en Siria por las agencias de inteligencia de Estados Unidos.

Según los funcionarios, citados por AP, el Gobierno se encargaría de la coordinacíon con el Congreso y los políticos regionales de los tipos específicos de entrenamiento y asistencia a los rebeldes sirios. Una posible opción sería basar el personal estadounidense en Jordania y llevar a cabo el entrenamiento allí.

La solicitud no especifica el tipo de equipo militar que requieren los rebeldes sirios. Aunque el Gobierno de EE.UU. ha enviado armas y municiones de corto alcance, así como asistencia no letal, y ha permitido a otros países enviar armas antitanque de fabricación estadounidense, por ahora ha rechazado los pedidos de la oposición de misiles antiaéreos portátiles.

Anteriormente la consejera de Seguridad Nacional de EE.UU., Susan Rice, ha admitido que su país ha estado proporcionando a los miembros de la oposición moderada siria apoyo "letal y no letal".

El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, definió el deseo de EE.UU. de gastar 500 millones de dólares en los rebeldes como un paso en la dirección equivocada y recomendó a Washington encontrar un mejor uso para este dinero.

Lamentó que Estados Unidos "añada más leña al fuego del conflicto sirio, en lugar de buscar una solución política". "Nos dimos cuenta de que nuestros colegas estadounidenses dicen que no están seguros de si se debe nombrar al sucesor de Brahimi, no están seguros de si se deben reiniciar las conversaciones [entre Damasco y la oposición], no están seguros de nada", dijo Churkin, citado por Itar-Tass.