Comentario: Tenga en cuenta en este artículo que no hay ninguna prueba de que Rusia esté armando a los rebeldes. Es sólo una acusación de EE.UU., su cómplice europea y su "gobierno títere" en Ucrania para confundir a la opinión pública de quiénes son los culpables reales de esta masacre. La OSCE ya ha dejado muy claro que no hay nada de cierto en esas acusaciones:

¿Qué? ¿No hay rusos armados en la frontera? La OCSE afirma que no hay armamento cruzando hacia Ucrania


Los conflictos de las últimas 24 horas en la autoproclamada República Popular de Donetsk, este de Ucrania, han segado la vida a 34 civiles mientras otros 29 han resultado heridos, ha anunciado este miércoles la administración regional.
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Por su parte, el Ejército ucraniano ha confirmado que, durante este periodo, en las zonas de combate de Donetsk y Lugansk, ha perdido a nueve hombres de sus fuerzas, además de registrar 22 heridos.

Los intercambios de fuego entre los prorrusos y los soldados ucranianos se producen luego de que, en la jornada de este miércoles, el Ejército intentara aislar las zonas controladas por los milicianos "para impedir la invasión de grupos armados ilegales (...) desde Rusia", reza el Estado Mayor de la operación militar ucraniana en el este.

Esta táctica adoptada tras una orden emitida el lunes por el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, para aplicar un cambio de estrategia, obligó a sus militares a "reagruparse" antes de llevar a cabo una nueva ofensiva para cortar el acceso parcial de las autodefensas a la frontera rusa.

Según informa la agencia de noticias francesa 'AFP', en un nuevo ataque, han lanzado varios obuses al centro de Donetsk, que han causado importantes daños materiales, dejando al menos un herido.

Cabe agregar que el Ayuntamiento de Donetsk ha anunciado que los equipos de mantenimiento del suministro de agua corriente, cortada ya desde el domingo por la noche, no han conseguido identificar las zonas de los destrozos y restablecer la línea debido a los enfrentamientos.

Ucrania y los países occidentales acusan a Moscú de permitir el tránsito de material militar y combatientes que refuerzan las filas de los prorrusos por la frontera. Acusaciones rechazadas fuertemente por las autoridades del Kremlin.