El despliegue de sistemas antimisiles de EE.UU. - tanto terrestres como basados en buques de guerra - en Asia bajo el pretexto de la protección contra los lanzamientos de misiles desde Corea del Norte, en realidad tendría como objetivo asegurar un rápido ataque de EE.UU. contra China, opina Bruce Gagnon, coordinador de la Red Global Contra Armas y Energía Nuclear en el Espacio, en un artículo en el sitio web Global Research.
EE.UU. sigue fomentando su presencia militar en Hawái, Corea del Sur, Japón, Guam, Taiwán, Australia y Filipinas, que es clave para su estrategia de enfrentamiento con China.
Comentario: No necesariamente. Estados Unidos instala bases militares en los cuatro rincones del planeta, cuando le conviene. Está claro que quiere tener presencia militar en todo el mundo, y sacar provecho de los países arriba mencionados, así como de sus recursos. Pero eso no implica que esté planeando un enfrentamiento con China, ya que sabe muy bien que China no tendría miedo en responder. Lo que sucede aquí es que Estados Unidos hace lo de siempre: intimida y se comporta como un matón de escuela secundaria. Pero a la hora de actuar, sólo ataca a los países indefensos. Hoy en día, si China decidiera tan solo romper los negocios con Estados Unidos, este último se quedaría sin nada. Y lo sabe. Son amenazas vacías que a esta altura, deben resbalar a sus blancos (tanto China como Rusia). El único propósito es asustar a la población y hacerse pasar por fuertes, cuando en realidad ya sabemos que Washington y sus aliados son payasos poco valientes y sin conciencia moral.
Según el escenario de uno de los ejercicios militares que EE.UU. lleva a cabo cada año, el Pentágono ataca China, destruyendo la mayoría de sus capacidades nucleares, y las instalaciones antimisiles estadounidenses en los países de Asia-Pacífico neutralizan la débil respuesta con las ojivas restantes, afirma el experto.
"Mientras el escudo antimisiles se vende a la población como una medida defensiva, de hecho está diseñado para ser el escudo después de que se haya lanzado un primer ataque contra el corazón del arsenal nuclear de una nación en particular", subraya Gagnon.Otro uso de la Marina estadounidense - que goza de un desarrollo considerable y está acompañado de procesos semejantes en los países aliados de EE.UU. como Canadá - sería un bloqueo marítimo de cualquier país dependiente de los suministros de petróleo. China lo es, ya que importa casi el 80% de su petróleo a través del mar Amarillo. Una vez bloqueado el acceso de este recurso a China, su economía se quedará paralizada, y este objetivo podría ser logrado con la base naval que EE.UU. está construyendo en Corea del Sur.
Comentario: A China no le preocupa lo que haga o deje de hacer Estados Unidos, ya que tiene otras salidas.
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El problema parece ser inverso: el perdedor será Estados Unidos si continúa con esta ridícula campaña para demonizar a Rusia. Se ha vuelto demasiado dependiente de estas potencias, y si se queda solo, no sobrevivirá.
Junto con los planes de EE.UU. - y de la OTAN, ya que la alianza es prácticamente una sucursal de la política exterior estadounidense - de rodear Rusia, la presencia importante en Oriente Medio y la estrategia potencial contra China, se hace evidente el deseo de EE.UU. de alcanzar un dominio total en el planeta, opina el experto.Tales planes solo provocan carreras armamentísticas y aumentan el riesgo de guerras regionales, que en el caso de potencias nucleares podrían pronto escalar a nivel mundial, concluye Gagnon.
Comentario: Sí, el deseo de Estados Unidos de dominar al mundo se ve en su arrogancia, sus invasiones y todo lo demás. Pero dudamos que sus mentiras actuales tengan el efecto que presupone este artículo. China, Rusia y otros tienen mejores armas contra Estados Unidos: la influencia sobre el dólar y la amenaza de alianzas que excluyan a Estados Unidos, como el BRICS. ¿Con qué propósito darle el gusto a los amantes psicópatas de la guerra en EE.UU., cuando bien pueden dejar que caiga solito, debido a su propia arrogancia, conducta compulsiva y falta de organización? De ese modo, no existiría nadie a quien culpar, ya que todo el mundo vería cómo Estados Unidos se cavó su propia tumba.