Comentario: Una vez más, obtenemos pistas de lo desesperado que está el gobierno de Puerco-shenko. Por supuesto que los presos serán voluntarios. ¿Acaso usted no preferiría tener algo de libertad, con tal de no estar en la cárcel y vivir en condiciones pésimas? Esa no es muestra de patriotismo. Además, si Puercoshenko recurre a esta oferta debe ser porque sus propios ciudadanos (libres) no quieren ir al combate. La verdad es que Kiev está perdiendo en el este. Los "rebeldes" son mejores que los soldados carentes de formación alguna. La misma población de Ucrania llora y aclama su retorno. No quiere ver a sus hijos morir por los nazis. Esta medida desesperada no hace más que exponer el carácter desesperado del ejército nazi de Ucrania.

Nos hace recordar el "gracioso" error de Estados Unidos hace poco:
EE.UU. exige a 14.000 fallecidos del siglo XIX que hagan el servicio militar, o de lo contrario serán "multados o encarcelados"

Otro país desesperado por agrandar su ejército...


El próximo 6 de septiembre finalizará en Ucrania la tercera etapa de incorporación al Ejército, que por lo visto no resultó suficientemente exitosa: los planes para el futuro próximo incluyen reclutar a presos y estudiantes.
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© AFP ALEXANDER KHUDOTEPLY
"El proyecto de resocialización de los presos a través de su participación en la campaña militar en el sudeste ha sido presentado al presidente Poroshenko. Ya hemos registrado a varios miles de voluntarios entre los reclusos. De momento el presidente no nos ha dado la respuesta, pero el proyecto es muy realista", ha dicho el portavoz del centro ucraniano de resocialización de los presos 'Listopad' Konstantín Lisiuchenko a la cadena local de televisión Canal 5. Según subrayó, actualmente el Ejército del país aprecia cada contribución a sus filas. Teniendo en cuenta la cifra de 127.830 reclusos que de acuerdo con los datos oficiales había a inicios de 2014 en los 182 centros penitenciarios del país, en caso de aprobarse el proyecto la contribución a las tropas gubernamentales podría ser muy significativa.

Para hacer frente a las posibles críticas contra el proyecto que promueve su centro, Lisiuchenko insistió en que su propuesta no equivaldrá a una amnistía para los presos. Según detalló, se tratará de libertad provisional con 'un plazo de prueba' que durará mientras se mantenga la campaña militar en el sudeste. "Allí el régimen también es muy estricto, así que nada podrá impedir que los criminales sigan con su precepto de corrección", argumentó.Otro recurso con el cual se planea aumentar la capacidad bélica de los militares ucranianos son los estudiantes. Pero si reclutar a los presos, de momento, no es nada más que un proyecto, el caso de los universitarios que bajo las regulaciones generales no son sujetos a movilización es una orden ya emitida por el Estado Mayor. El documento, que acaba de publicar el Comité ucraniano de las Madres de Soldados, dice que se llamará a las filas del Ejército tanto a los estudiantes que tengan profesiones que les permitirán cumplir con tareas complicadas, como dirigir tanques o sistemas misilísticos, así como a los que no tengan una especialización apropiada: estos últimos antes de ser enviados al campo de batalla tendrán un curso de instrucción.

Mientras tanto, el portavoz del Ministerio del Interior de Ucrania, Antón Geráschenko, informó que actualmente la situación con el equipamiento de las tropas gubernamentales ha mejorado. Según detalló en su página de Facebook, el Ministerio de Defensa ya está entregando a las unidades de la Guardia Nacional y los batallones voluntarios de la milicia armamento pesado. Sin embargo, a continuación precisa que se trata de las DShK, ametralladoras pesadas antiaéreas que emplean un cartucho de 12,7 milímetros.

El problema es que son del mismo modelo que se producía en la Unión Soviética en el año 1937, aunque los ejemplares concretos en cuestión pertenecen a un período algo más tardío: fueron fabricados entre los años 1950 y 1970. Un detalle más: para estar operativos, necesitan afustes con ruedas, pero las DShK entregadas a los efectivos ucranianos no los tienen. De momento no está claro dónde se podrá encontrar a los especialistas y el equipamiento apto para usar dispositivos con medio siglo de antigüedad.