El estudio denuncia que los soldados de la Unión Africana abusaron desde 2013 de mujeres y menores en la capital, Mogadiscio

La organización internacional también sospecha que en Uganda, Burundi, Kenia, Etiopía y Sierra Leona los militares han coaccionado a las menores y abusado sexualmente de ellas.
soldados africanos
© 2012 Clar Ni ChonghaileTropas de la AMISOM patrullando el campamento Zona-K en el Distrito Hodan de Mogadiscio en junio de 2012.

Comentario: Como si no fuera poco enterarse de estos crímenes horrendos, ¿le sorprendería descubrir que existe una conexión entre esos soldados y la CIA? ¿O que el grupo Al-Shabaab contra el cual se supone que Washington está luchando, y quien se dice es el culpable de la crisis social en Somalia, tiene conexiones con los servicios secretos de Inglaterra, el MI6? En otras palabras, no se trata aquí de soldados sueltos, sino de toda una maraña de engaños y sufrimiento causados por... los mismos de siempre.


Las niñas africanas son víctimas del engaño y están abocadas a la explotación sexual para subsistir, según recoge el informe sobre la situación de las mujeres en África de HRW. Es el caso de Qamar R. (nombre ficticio), una adolescente de 15 años que acudió en busca de medicina para su madre en Burundi, y que acabó siendo violada por dos soldados. O el de Kassa D., de 19 años y a quien pagaron diez dólares la primera vez que decidió mantener relaciones sexuales con un militar de Uganda.

Sólo dos de las 21 menores entrevistados por HRW -14 de ellas desplazadas de su tierra de origen- denunciaron oficialmente el abuso sexual. Al ser preguntadas por HRW por el motivo de su silencio, responden que se sienten desprotegidas ante las autoridades - que pueden "hacer más daño que dar ayuda", dice el informe- y el posible estigma social.

¿Cuál es la misión de los AMISOM?

El Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana envió en 2007 a las tropas de paz conocidas como Soldados de la Misión de la Unión Africana (AMISOM, según sus siglas en inglés). Uno de sus objetivos principales es defender la igualdad en Somalia. AMISON se financia a través de fondos de Naciones Unidas, de la Unión Europea y de donaciones bilaterales de Gran Bretaña, Japón, Noruega y Canadá.

Su base en Somalia se sitúa cerca del aeropuerto de Mogadiscio, la capital del país. Según HRW, los abusos y tráfico sexual no parecen ser un secreto en la nación africana, a pesar de que el boletín del Secretario General de la ONU de 2003 prohíbe claramente a sus fuerzas que paguen por servicios sexuales, responsabilizando a los países que envían soldados a las zonas de conflicto.

Somalia no es la única

Ni Uganda ni Burundi han facilitado la investigación de Human RightsWatch, que sospecha que la situación de Mogadiscio no es un caso aislado. La organización reconoce que hay ciertas iniciativas como la elaboración de un texto de prevención y respuesta a la explotación sexual, pero insiste en pedir a la Unión Europea, Estados Unidos y Reino Unido que condenen los abusos.