Israel ocupa desde 1967 este territorio demandado históricamente por los palestinos como capital de su futuro Estado.
El Ayuntamiento de Jerusalén aprobó la construcción de 400 nuevas viviendas en el asentamiento de Ramat Shlomó, ubicado en los territorios palestinos ocupados e ilegal según el derecho internacional.
Esta decisión fue confirmada por el concejal del partido izquierdista Meretz, Pepe Alalo, que criticó duramente la medida.
"Tanto (el primer ministro israelí, Benjamín) Netanyahu como (el alcalde de Jerusalén, Nir) Barkat, han decidido que se tiene que usar la fuerza y el castigo, que hay que cambiar las cosas de esta forma, como si no hubiéramos utilizado ya ambas... Y una manera es poner las construcciones más allá de la Línea Verde", criticó.La decisión llegó apenas una semana después de que Netanyahu anunciara la ampliación del propio Ramat Shlomó con 600 casas y de Har Jomá, en las proximidades de Belén, con otras 400 viviendas, medida que desató las críticas entre las facciones más moderadas del Gobierno israelí y el liderazgo palestino.
La noticia fue interpretada como una concesión a las fuertes presiones que ejercen sobre Netanyahu el ministro de Economía y líder del ultraderechista «Hogar Judío», Naftalí Bennett, y del titular de Vivienda, Uri Ariel, que amenazaron con socavar la coalición gobernante si no disminuían las restricciones en la construcción de viviendas en colonias judías.
"No entienden que esto nos puede llevar a una crisis muy seria... No diría que estamos en una Intifada pero, sin ninguna duda, nos estamos aproximando. Y estas viviendas no van a resolver ningún problema sino que crearán otros más graves", advirtió Alalo.En su opinión, "cualquier persona inteligente sabe que la solución (del conflicto) pasa por la creación de un Estado palestino y algunos parecen no querer entenderlo".
Netanyahu dejó claro días atrás que no permitirá que nadie, en alusión a la comunidad internacional, le dicte cuáles son los pasos que debe tomar y que continuará con la edificación en Jerusalén Este, ocupado desde 1967 por Israel y demandado históricamente por los palestinos como capital de su futuro Estado.
Comentario: Al parecer a Netanyahu sigue sin importarle la opinión de la comunidad internacional de no seguir con la ocupación en territorio palestino, al tener mucho poder en la ONU será difícil poder detener ésta expansión sionista y el genocidio que se lleva a cabo.
Recomendamos al lector estos artículos para comprender más sobre el conflicto en Palestina: