La Cámara Cívica de la Federación de Rusia (CCRF) ha publicado este lunes un informe sobre los crímenes cometidos por las tropas ucranianas en contra de sus compatriotas capturados en el este de Ucrania durante el conflicto entre los prorrusos y las autoridades de Kiev.

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© DesconocidoFosas comunes encontradas en Ucrania. Los cuerpos tenían claras señales de tortura.
"Arrojaron a los presos vivo a los hoyos junto a los cadáveres, los apretaron en las cucharas trituradoras, los quemaron, los colgaron de mano y golpearon los pies con una almádena", ha indicado Maxim Grigoriev, uno de los autores del informe.

Ha añadido que aplicarles descargas de corriente eléctrica sobre distintas partes del cuerpo fue uno de los métodos de tortura.

Grigoryev ha dejado claro que la mayoría de las víctimas fueron detenidas, bajo acusaciones "completamente absurdas", ya que no tenían vínculos con las fuerzas locales, ni siquiera habían tocado un arma de fuego en su vida.

Los expertos de la CCRF, una Organización No Gubernamental (ONG) creada en 2000, han sacado a la luz estos datos luego de una serie de interrogatorios a cerca de 100 residentes de Donetsk (este) que fueron liberados en los canjes de los presos.

El 12 de septiembre de 2014, cada lado liberó a 37 efectivos. El 14 de septiembre del mismo año, ambos lados acordaron entregar a 73 efectivos ucranianos y 69 prorrusos. Y el 20 de septiembre (2014), Kiev e independentistas prorrusos realizaron un canje mutuo de 38 personas y el 28 de septiembre las autoridades ucranianas liberaron a 60 independentistas y la otra parte entregó a 30 soldados ucranianos.

Según esta ONG rusa, las revelaciones demuestran que las Fuerzas Armadas de Ucrania, la Guardia Nacional y otros entes del Ministerio del Interior y de la Inteligencia ucranianos, han violado sistemáticamente las convenciones internacionales, al emplear la tortura.

El pasado mes de abril, el Gobierno ucraniano puso en marcha una operación militar contra los habitantes del este de Ucrania, los cuales se levantaron en contra del Gobierno central, que se hizo con el poder en febrero.

Durante este conflicto más de 4 mil personas han muerto, mientras que casi 10 mil han resultado heridas, según estima la Organización de las Naciones Unidas (ONU).