El acuerdo de gas acordado esta semana entre Moscú y "un miembro clave de la OTAN", Turquía, puede "desafiar al imperio anglo-americano y, en definitiva, destruirlo", opina Rick Staggenborg, colaborador del portal OpEdNews.

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Staggenborg considera que debido a esta "valiente" decisión, Turquía pone en peligro su posición entre sus aliados occidentales, ya que socava los esfuerzos "intimidatorios" de la UE contra Rusia, pero al mismo tiempo este paso puede aumentar seriamente la influencia económica de Ankara en Europa

Como el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, continúa el columnista, no ha revelado claramente sus intenciones, la "cruzada quijotesca de Occidente" con el fin de conseguir el control de Oriente Medio terminará antes de lo que se creía posible.

Los "insultos" por parte de la UE y EE.UU. contra Turquía la "lanzaron a los brazos" de Rusia. "Parece que la coalición anti-Putin ha quemado ambos puentes entre los combustibles fósiles orientales y los mercados occidentales", opina Staggenborg, que está seguro de que el coste de la energía para los ciudadanos de la UE se disparará.

Finalmente, apostilla el analista, si los ciudadanos de la UE empiezan a protestar con bastante vehemencia, quizá sus "gobiernos títeres" decidan finalmente que su "acogedora" relación con la alianza anglo-americana no merece la pena.