EE.UU. desató una guerra económica con Rusia en vano, ya que nadie la necesita excepto las autoridades estadounidenses. Con ella el Gobierno de EE.UU. trata de preservar y fortalecer su condición de potencia mundial dominante, opina el expolítico estadounidense Lawrence Wilkerson.

Rusia, por su parte, está tratando de protegerse de EE.UU., que contrariamente a lo que prometió, se ha situado muy cerca de la frontera con Rusia, ha expresado en una entrevista con el canal de televisión The Real News Lawrence Wilkerson, exjefe de gabinete del secretario de Estado de EE.UU. Colin Powell. Wilkerson recuerda que EE.UU. prometió a Gorbachov no expandirse hacia el este "ni una pulgada", aunque luego avanzó hasta Georgia, también hacia Ucrania. Según Wilkerson, la reacción de Putin es absolutamente comprensible. "Así actúa una gran potencia cuando otra gran potencia comienza a interceder por alguien, como lo hacemos nosotros, o intervenir, como lo hacemos nosotros", explica.
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Wilkerson subrayó que el propio EE.UU. está tratando de desatar un gran conflicto internacional, el cual calificó de "muy estúpido". "Por lo tanto, estamos creando un conflicto verdaderamente grande, que nadie necesita", señala el político estadounidense. También destacó que EE.UU. se hace daño a sí mismo: "Hemos impuesto sanciones y, como se ha señalado, hemos rebajado mucho los precios del petróleo. Nadie pensaba que el precio de este recurso volvería a estar tan bajo. Y todo esto con el fin de castigar a Putin, aislarlo, infligir venganza [...] por su reacción ante los acontecimientos en Ucrania y su posible acción en relación con otros estados, en particular los bálticos".