Cambios inesperados en el planeta han tenido consecuencias lamentables.
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En lo que va del 2015, el planeta ha sido azotado por diversos fenómenos naturales. Vientos huracanados en las costas del Pacífico, trombas marinas en Brasil, una erupción de volcán en Chile, tornados de arena, temblores, y lluvias que han hecho de nuestro planeta un escenario apocalíptico.

Los desastres naturales parte de los cuatro elementos clásicos: fuego, agua, aire y tierra; relacionado al primero de estos, en Chile, el volcán Villarica hizo erupción.
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El cielo en parte del vecino país se cubrió de lava volcánica por un perímetro de más de tres kilómetros, más de 40 mil personas fueron evacuadas, pero 45 aún permanecen aisladas producto de un aluvión que destruyó un único puente de acceso.

Por otro lado, en Brasil, los veraneantes de la playa Arrecife vivieron una de las más aterradoras experiencias al estar en el momento y lugar equivocado cuando sucedió una tromba marina en la superficie que salió con una fuerza de 130 km por hora.

En el Perú, el viento y la tierra se unieron con los tornados de arena, o vientos de Paracas, que se trasladaron hasta el distrito de Ate, con una velocidad de 55 kilómetros por hora.

Al norte del continente americano, el frio extremo en los Estados Unidos ha hecho que el presidente Barack Obama declare a Georgia y Carolina del Sur como estados de calamidad natural. Más de 700 mil personas estuvieron sin electricidad por varios días, y más de seis mil vuelos fueron suspendidos a causa del clima; mientras que en Pensilvania más de 100 vehículos chocaron dejando personas heridas.

No obstante, de los últimos desastres naturales, el más aterrador son los tornados de fuego que se vieron en Brasil y Australia, cada uno de un metro de diámetro y más de 30 metros de altura.

Los desastres naturales y el repentino cambio climático están azotando el mundo, y pueden dejar sin hábitat a varias naciones.