La región de Sídney ha sido golpeada por la peor tormenta en una década. Tres personas han muerto, decenas se han quedado sin casa y miles han tenido que ser evacuadas.
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Los vientos de más de 135 kilómetros por hora han arrancado tejados, árboles y postes eléctricos, dejando más de 200.000 hogares sin luz.


"Es sin duda una de las tormentas más graves de los últimos diez años. Probablemente peor de lo que se esperaba, por lo que las consecuencias sobre Nueva Gales del Sur son bastante importantes y está claro que estamos en medio de unas condiciones climáticas muy difíciles", ha declarado Mike Baird, primer ministro del estado de Nueva Gales del Sur.

Las olas han llegado hasta los diez metros de altura.

Sídney, la mayor ciudad de Australia, ha quedado parcialmente aislada, con los principales enlaces ferroviarios al norte y el sur cortados y muchas de sus calles bajo el agua. En 24 horas ha llovido tanto como en un mes