Imagen
© Desconocido
Unas 4.000 familias afectadas por el terremoto y posterior tsunami del 27 de febrero de 2010 en Chile siguen viviendo en aldeas de emergencia en espera de soluciones habitacionales, informó hoy el gobierno.

Aunque la cifra es importante, reconocieron que el 80% de esas familias forman parte de proyectos asignados para erradicar los campamentos, que actualmente no tienen sistema de alcantarillado y reciben agua potable a través de la repartición por camiones aljibe, señaló DPA.

Asimismo, destacaron que durante 2010 el gobierno entregó 120.000 subsidios habitacionales para hacer frente a las 220.000 viviendas que se vieron afectadas por la catástrofe natural, mientras que el resto será entregado durante 2011.

En el balance realizado sobre la reconstrucción, se destacó el trabajo en la replanificación de las ciudades del sur de Chile para evitar la construcción en zona de riesgo de tsunami, la aplicación de infraestructura para minimizar la destrucción en otro maremoto y la reconstrucción de viviendas resistentes a catástrofes como la del pasado febrero.

El gobierno chileno señaló, además, la modernización del Sistema de Alerta Temprana en la que se identificaron las zonas de riesgo por posibles maremotos, aluviones, inundaciones y erupciones volcánicas junto con el mejoramiento del sistema de telecomunicaciones incorporando radio, telefonía y comunicación satelital.

A días de que se cumpla un año de la tragedia, las autoridades informaron que la conmemoración del terremoto y tsunami será austera, para lo que se evalúa realizar una vigilia, además del previo recorrido del presidente Piñera y sus ministros por las zonas afectadas.

El terremoto de magnitud 8,8 en la escala de Richter ocurrido en febrero del año pasado dejó un saldo de 524 personas fallecidas y 31 desaparecidos, además de daños en viviendas e infraestructura pública y privada que ascendieron a 30.000 millones de dólares equivalentes al 18 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Chile.