El cráter gigante descubierto por pilotos rusos hace casi un año en la península rusa de Yamal (Siberia occidental), cuyas características y origen dejaron perplejos a los investigadores, ahora cuenta con una hipótesis científica según la cual el foso se produjo debido a la acumulación de presión subterránea excesiva y la explosión posterior.
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El socavón tiene un origen termo-gaseoso, es decir, se creó como resultado del aumento de las temperaturas en una zona donde el suelo está permanentemente congelado. El calor provocó el derretimiento del hielo y la formación de huecos con gas a alta presión en su lugar. Así explica el fenómeno la cuarta expedición de investigadores que acude al lugar, informa el portal de la administración de la Región Autónoma de Yamal-Nenets.

Esta excesiva presión subterránea, a su vez, terminó en una explosión que dejó este abismo negro, reza la versión de los geólogos, encabezados por Vasili Bogoyavlenski, del Instituto del Petróleo y Gas de la Academia de Ciencias de Rusia.

Últimamente el cráter empezó a llenarse de agua, lo que lo convierte en un lago. Bogoyavlenski apunta que su forma circular y su origen termo-gaseoso lo asemejan a la mayoría de los lagos de la península de Yamal.
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Previamente, los investigadores creían, debido a su gran tamaño y a su forma, que el cráter se había formado por el impacto de un meteorito de una potencia comparable a la de una pequeña bomba atómica.

En la expedición actual participaron expertos del Centro para la Exploración del Ártico y el Instituto de Petróleo y Gas, ambos de Rusia, con el fin de descubrir el origen del cráter para hacer más segura la vida de las personas que trabaja en la zona.