Los eurodiputados alemanes Cornelia Ernst y Fabio De Masi han criticado duramente el acuerdo entre la Unión Europea y Grecia en un comunicado hecho público este lunes en la página web de este último y que lleva por título "Grecia: un golpe de Estado desde Berlín".
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"Las negociaciones sobre Grecia se llevaron a cabo con el arma de una salida descontrolada de Grecia del euro", escriben Ernst y De Masi: "con ello no se trataba de la estabilidad de la eurozona ni de los intereses de los contribuyentes, sino de un putsch de la Europa alemana contra un Gobierno de izquierdas y la democracia", explican.

Para los eurodiputados alemanes de La Izquierda, "Grecia fue obligada, con la pistola en el pecho, a aceptar nuevos créditos para satisfacer las viejas deudas, contraídas para el rescate de los bancos alemanes y franceses".

"Al mismo tiempo, se ahoga a la población y la economía griegas con un waterboarding económico y social, lo que no hace sino aumentar el endeudamiento" del Estado heleno, agregan en referencia a unas polémicas declaraciones del exministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, quien comparó las medidas de austeridad con esta técnica de interrogatorio utilizada por los estadounidenses en sus cárceles secretas.

El Eurogrupo, denuncian Ernst y De Masi, "no solo quiere aumentar el impuesto al valor agregado y recortar las pensiones, sino que (Grecia) renuncie el restablecimiento de los principios del derecho internacional, como el derecho a la negociación de tarifas colectivas, y ancle constitucionalmente la posibilidad de despidos masivos".

"La propiedad estatal griega se transfiere a un fondo internacional con sede en Luxemburgo que estará bajo control del Banco de desarrollo alemán (KfW)", precisan.

Mientras, con su actuación, los representantes del Gobierno alemán se comportan "como talibanes", y la socialdemocracia alemana representada por "Sigmar Gabriel (presidente del partido) y Martin Schulz (presidente del Parlamento Europeo) está clínicamente muerta".

Ernst y De Masi creen que la política de rescates "ha fracasado por completo y se ha revelado como un régimen de emergencia permanente".

"Necesitamos una quita de deuda para los Estados sobreendeudados, así como un impuesto a la riqueza coordinado en toda la UE en vez de nuevos paquetes de créditos que solo sirven al chantaje", denuncian.

Los eurodiputados reclaman "inversiones financiadas por el Banco Central Europeo" para conseguir crecimiento y creación de empleo, para lo que es necesario que el BCE "asuma su independencia" y garantice la estabilidad del sistema bancario y los empréstitos griegos.

De lo contrario, alertan, "el euro no sobrevivirá a una dictadura permanente de la Depresión".

No se trata de la única denuncia del acuerdo entre la Unión Europea y Grecia, que en las redes sociales se moviliza con la etiqueta #ThisIsACoup.

Anteriormente, la eurodiputada española Marina Albiol calificó en un comunicado las presiones del Consejo Europeo de "nuevo golpe financiero", fruto de "la venganza y el escarmiento que algunos líderes europeos, como el presidente (del Gobierno de España) Mariano Rajoy, han querido dar a Tsipras", aunque "no han conseguido tumbar al Gobierno de Syriza porque tiene al pueblo de su lado", ha matizado.

Según Albiol, la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, y el Consejo Europeo han "intentado por todos los medios forzar la dimisión de Alexis Tsipras" como "venganza por el referéndum" del 5 de julio, en el que un 61% de los votantes se mostró contrario a las medidas de austeridad que exigían los acreedores al país heleno, recoge la nota.

La europarlamentaria por Izquierda Unida (IU) ha denunciado que "desde el referéndum han pedido más y más al Gobierno griego dejando claro que, por muchas propuestas que presentara Tsipras, no iban a ser suficientes porque lo que de verdad querían era su dimisión, algo que no han conseguido porque como se demostró precisamente con la consulta, el pueblo está de su lado".