El Comité Científico Asesor analizó que el nuevo magma del volcán presenta una composición química diferente que indica una mayor explosividad, por lo que la actividad podría repuntar en cualquier momento.
"Nos dicen que hay una aparente calma y nos dicen que es al aparente porque el material y todo sigue estando ahí, todavía hay una gran actividad eso reportan los sismogramas que tenemos, se han hecho varios análisis también de la composición de la ceniza que tenemos y eso les da indicadores muy claros al comité", dijo Ricardo de la Cruz Musalem, director de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Es la actividad eruptiva más grande registrada en los últimos 30 años.
La caída de ceniza sigue siendo una constante y ahora los vientos que acompañan a los fenómenos tropicales en el Océano Pacífico, podrían arrastrar esta ceniza hacia la parte norte del país.
De acuerdo a las simulaciones de los modelos de dispersión de ceniza, es de que todo ese manto de nubes de ceniza va a llegar precisamente hacia Islas Marías y después posteriormente hacia la zona de Los Cabos y La Paz, así que no les extrañe que se tenga digamos, visibilidad reducida sobre todo por esas capas de bruma y ceniza", explicó Alberto Hernández Unzón, gerente de Meteorología de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Esta situación ya se presentó después de la erupción de 1913.
Melchor Ursúa, director del Sistema Estatal de Protección Civil Colima, dijo que en la erupción de 1913, los vientos dominantes llevaron bastante ceniza a Saltillo, Coahuila; es probable que vuelva a suceder a pesar de la lejanía geográfica dijo el expero.
Se informó que ha disminuido la actividad volcánica, pero se mantiene la alerta por la actividad del volcán de fuego de Colima.
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