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Expertos chinos descartaron daños al entorno por siembra de nubes, al afirmar que esa técnica usada desde los años 50 en el país para combatir la sequía es segura y emplea bajas dosis de catalizadores.

La nación asiática recurre a ese tipo de práctica para provocar lluvia y aliviar así la escasez de precipitaciones que sufren determinadas zonas, en especial aquellas de importancia económica.

Para enfrentar el mencionado fenómeno que en esta ocasión afecta sobre todo a las provincias de Hebei y Shanxi, en el norte, Jiangsu, Anhui, Shandong (este), Henan (centro), Shaanxi y Gansu (noroeste), el país utiliza yoduro de plata, hielo seco y nitrógeno líquido.

Las cantidades que se utilizan del primer catalizador no provocan efectos negativos al medio ambiente, a pesar de ser el más usado y considerarse una sustancia peligrosa y contaminante, explicó Lei Hengchi, especialista en el tema citado hoy por la prensa.

Son dosis tan bajas las empleadas que su impacto puede pasarse por alto, dijo Lei, del Instituto de Física Atmosférica de la Academia de Ciencias de China.

Mientras, Wang Guanghe, subdirector del centro de intervención climática artificial de la Administración Meteorológica, indicó que el hielo seco y el nitrógeno líquido tampoco ejercen daños al entorno.

Explicó que una vez dispersados desde aviones o instalaciones terrestres se transforman en dióxido de carbono y nitrógeno, dos sustancias comunes en el aire.

Pruebas realizadas en el embalse de Huairou, en las afueras de esta capital, no mostraron rastros de yoduro de plata, luego de que fuera utilizado ese compuesto para el procedimiento en nubes ubicadas sobre la represa, según se informó.

Como parte de los esfuerzos que realiza el país por aliviar la intensa sequía, ya comenzó la perforación de más de mil pozos en varias regiones.