Los tardígrados, que se conocen también como osos de agua debido a su aspecto y a la manera en la que se desplazan, son los invertebrados microscópicos (miden de 0,05 a 1,5 milímetros) más resistentes de los que se tiene registro.
Pueden entrar en un estado de animación suspendida y sobrevivir a temperaturas muy por debajo de la congelación y muy por encima de la ebullición, sin comida y agua durante años, e incluso han sabido sobrevivir al vacío y la radiación del espacio. Los científicos calculan que hay más de mil especies de tardígrados en todo el mundo.
Un nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) agrega otra característica más a la lista de cualidades extraordinarias que tienen los tardígrados: su genoma contiene una proporción sin precedentes de ADN extraño. El autor principal, Thomas Boothby dijo que el hallazgo había sido "muy sorprendente".
El ADN del tardígrado, el único animal capaz de sobrevivir en el espacio, es tan raro que una buena parte ni siquiera es suyo ya que coge ADN de otros seres. El 17.5% del ADN de los tardígrados proviene de otras especies
Los expertos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, EE.UU. afirmaron que en condiciones extremas más de seis mil 500 regiones del ADN de 38 mil genes fueron "prestadas" de otros organismos, como bacterias, plantas, hongos y arqueas unicelulares.
Pasado el periodo de condiciones extremas, las proteínas especiales reparan de nuevo su cuerpo. Es en este momento cuando, probablemente, en sus células pueden introducirse fragmentos de ADN externos, añade el escrito.
Asimismo, resalta que gracias a este proceso, el genoma de los tardígrados se ha convertido en un mosaico de genes, los cuales son responsables de la respuesta al estrés, la reparación del ADN y la resistencia a diversos factores extremos.
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