Óscar Martín, presidente de OSAE, que se encuentra en Tailandia para ver el eclipse solar total de este 8 de marzo, asegura que las bolas de fuego son un caso habitual en los cielos del planeta. En Salamanca, de hecho, se han podido ver unas cuatro en lo que va de año. Son piedras surgidas de meteoritos de pequeño tamaño que se desintegrarían en el contacto con la atmósfera.
Óscar Martin
© salamanca24horas.comÓscar Martin
El presidente de la Organización Salmantina de la Astronáutica y el Espacio, Óscar Martín, asegura que en lo que va de año ya ha localizado cuatro bolas de fuego en Salamanca. Quita hierro así al asunto de las últimas que han llegado a impactar en España durante el último año como la de Córdoba, espectacular por la cantidad de luz que produjo al entrar en contacto con la atmósfera.

De hecho, no hay que irse muy atrás en el tiempo para comprobarlo. Por la zona de Vitigudino se pudo comprobar un bólido de estas características en febrero. Este tipo de sucesos ocurren de manera normal y continua en los cielos de todo el mundo. «Es un habitual. No se le presta tanta atención porque ocurre continuamente», afirma Óscar Martín.


Comentario: ¿Recuerda ud. cuando los medios decían que ver una bola de fuego en el cielo era un suceso muy poco común, que sólo ocurría en promedio "una vez en la vida"? Hoy día también menosprecian la importancia del fenómeno, si bien se ven obligados a publicar una que otra noticia al respecto cuando la gente comienza a hablar del tema, y se siente sorprendida.

Dados los datos recopilados en nuestra sección "Fuego en el Cielo", nos atreveríamos a decir que, en realidad, este fenómeno supera las 50 bolas de fuego al día. Y que lo que sucede es que muchas veces no se nos informa al respecto. Aun así, ¡50 no es una cifra insignificante!

No creemos que se trate tanto de una cuestión de falta de atención por acostumbramiento, sino de falta de conocimiento. Muchas veces la gente decide ignorar las señales de los tiempos, interpretar estos fenómenos como "ovnis", o bien aceptar cualquier teoría que le vendan los medios de desinformación.

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Las bolas de fuego son, en realidad, estrellas fugaces algo más grandes, piedras de algún metro de diámetro que se forman desde los meteoritos. Estos bólidos son los que más cerca pasan de la superficie terrestre, hasta 50 kilómetros, y a lo largo del día pueden verse en numerosas ocasiones. Incluso algunos científicos hablan de millones sobrevolando los cielos. De ellas, «caen 50 en todo el planeta al día», afirma Óscar Martín, el presidente de OSAE.

En 2008, incluso, cayó una sobre Béjar después de que un meteorito se estrellara contra la atmósfera. De hecho, el nombre que ha recibido el bólido es el de la propia localidad textil, en la que alcanzó su punto de máxima luminosidad. Esta bola de fuego procedía, como después se pudo saber, de las Ómicron Dracónidas que surgieron tras la desintegración de un cometa y que producen una lluvia de meteoros durante el verano. De hecho, esta bola de fuego cayó el 11 de julio.