Traducido en exclusiva por el equipo de editores de Sott.net en español

En el lapso de pocos días, la situación en general del Medio Oriente y de Siria en particular, ha sufrido cambios radicales. Además, estos son buenos cambios de los cuales nos podemos sentir orgullosos, cambios por los cuales muchos en el Pentágono no pueden dormir. Putin está tomando toda la ventaja sobre la parálisis institucional que envuelve a EE.UU. durante las campañas electorales, y está redistribuyendo las esferas de influencia en una de las regiones clave del mundo, literalmente frente a los ojos estupefactos de los estadounidenses.
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Comencemos con los reportes que cuentan que Rusia acaba de instalar su propia base aérea en Irán. Hablando honestamente, éste no es el caso. Ésta no es nuestra base. Irán nos la ha "prestado" por un tiempo para poder bombardear fácilmente a los terroristas del EI y a sus amigos en Siria. El contexto de estos reportes es clave. En general, no es ningún secreto para muchos que Irán ha cooperado desde hace tiempo de forma estrecha con Rusia y Siria, y ha abierto su espacio aéreo para que los cohetes Caliber rusos puedan pasar por ahí, al igual que sus campos de aviación que ya estaban siendo utilizados el año pasado para que nuestros transportes y bombarderos pudieran recargar combustible.

Pero hay un matiz. Irán y Rusia han intentado no hacer publicidad de esto, aparentemente para no crear tensión adicional durante el proceso de las negociaciones sirias, y para que Irán pueda continuar con el trabajo tedioso y difícil de descongelar sus bienes occidentales desde que las sanciones fueran levantadas. Pero ahora la situación ha cambiado radicalmente.

Antes que nada, Rusia obtuvo el derecho oficial de utilizar el aeródromo como base para los bombarderos rusos, incluyendo unos estratégicos capaces de cargar armas nucleares. La última vez que Irán decidió permitir que tropas extranjeras entraran en su territorio, fue hace 70 años. Esta es una señal de la gran confianza y el alto nivel de las relaciones entre nuestros países. Esta movida encaja bien en el contexto general de las relaciones ruso-iraníes. Esto beneficia - llamemos a las cosas por sus nombres - la futura competencia por el Canal de Suez, el corredor de transporte "Norte-Sur," que necesitaba un "techo" militar y ahora ya lo tiene.

En segundo lugar, la presencia de aeronaves rusas sobre el territorio iraní ahora es conocida por todo el mundo; y, en cierta medida, esto cambia la configuración de lo que está ocurriendo en Medio Oriente. Otra base rusa en la región, una base que podría alojar bombarderos con armas nucleares, provoca una gran tensión no tanto para EE.UU. como para nuestros socios de Arabia Saudita y Catar; que ahora se sienten muy incómodos.

De hecho, por primera vez se está haciendo de forma pública. Teherán y Moscú están enviando la clara señal a nuestros socios estadounidenses en la región, y el Departamento de Estado ya ha hablado en contra de estas acciones, advirtiendo que el despliegue de bombarderos rusos fue "llevado a cabo rápidamente" y, más importante, sin consultar a los estadounidenses. Los estadounidenses se sintieron ofendidos, pero mientras están ocupados con las elecciones, Putin está entretejiendo una nueva alianza anti-estadounidense, en la que tienen un lugar incluso los países con relaciones difíciles entre sí, como Irán y Turquía.

Y ahora el segundo elemento importante del rompecabezas. Por primera vez durante la crisis siria, Beijing ha pasado de apoyar diplomáticamente a Moscú y Damasco, a apoyarlos militarmente. Estos son aún los primeros pasos, y no vale la pena esperar a que el Ejército de Liberación Popular de China llegue a Alepo el día de mañana, pero este gesto por parte de los chinos es significativo. Un representante de la Comisión Central Militar de la República Popular de China, Guan Ufa, voló a Damasco este fin de semana y le prometió a Assad asistencia humanitaria por parte de China, así como asistencia para "fortalecer el entrenamiento del personal."

Las autoridades sirias y el Ejército Sirio realmente se benefician de esto. Debemos de considerar que los chinos prefieren intervenir en conflictos internacionales solamente cuando no tienen otra opción y saben perfectamente quién va a ganar. Es obvio que Beijing tomó esta oportunidad para evitar tener una participación directa en la crisis siria, por el bien de no crear otro punto de tensión entre ellos y Estados Unidos. La lógica dicta que esto significa que Beijing tiene confianza de que la coalición anti-estadounidense en el Medio Oriente va a ganar.

Ahora, basados en esta previsión, ellos han decidido ofrecer algún tipo de asistencia que se pueda convertir en una cierta influencia posterior en la región. No nos molestamos por esto. No tenemos pretensiones de hegemonía global. Exprimir la influencia estadounidense hacia afuera del Medio Oriente será mucho más fácil con la ayuda de Beijing.

Ahora mismo, gracias a los esfuerzos diplomáticos del Kremlin, se está formando una coalición de países que están listos para luchar en contra de la hegemonía estadounidense; y no solamente con palabras, sino con hechos. A los estadounidenses no les gusta esto, pero se van a tener que acostumbrar. Tarde o temprano, ellos, y no nosotros, se encontrarán en un completo aislamiento internacional.