Los pozos petrolíferos en aguas profundas del golfo de México empiezan a recibir autorizaciones para volver a entrar en funcionamiento, mientras la región sigue recuperándose del devastador vertido del pasado abril.

El Gobierno de EE. UU. autorizó a reiniciar la actividad a un segundo pozo petrolero en el golfo, al conceder a la compañía BHP Billiton el permiso de retomar la explotación del pozo Shenzi, ubicado a unos 200 kilómetros de la cosa de Luisiana.

El pasado 28 de febrero el Buró de Administración de Energía en el Océano (BOEM, por sus siglas en inglés) ya dio la autorización a la compañía Noble Energy.

Son los primeros permisos desde que el BOEM levantó una moratoria a la extracción de petróleo y gas natural en aguas de más de 150 metros de profundidad, una medida impuesta en mayo tras el derrame de crudo en el pozo Macondo de BP.

El accidente fue el mayor desastre petrolero de Estados Unidos hasta la fecha y causó la muerte de 11 personas y daños muy importantes al medio ambiente.



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