Imagen
© Desconocido
Un estudio, llevado a cabo por investigadores suecos, ha revelado la alta capacidad de aceptación de miembros externos, que puede desarrollar el cerebro humano si se le "engaña" correctamente y de tal forma, que la imagen sensorial que llega hasta él pueda hacer incluso, que una persona crea tener tres brazos al mismo tiempo.

Hasta hace poco, se pensaba que los seres humano, única y exclusivamente, podíamos limitar el enfoque de nuestra imagen sensorial a un plan corporal predefinido y que está fundamentado en el conjunto de nuestras extremidades: una cabeza, dos brazos y dos piernas.

Sin embargo, expertos en neurociencia del Instituto de Karolinska, situado en Estocolmo (Suecia), llevaron a cabo una serie de experimentos a 154 individuos, en buen estado de salud, a través del cual consiguieron hacerles creer que cada uno de ellos tenía tres brazos.

Para realizar el estudio, a los más de 150 individuos que participaron en esta investigación, primero se les pedía que se sentaran y colocaran los dos brazos encima de una mesa. A continuación, se les cubría la extremidad derecha con una manta y se les colocaba una prótesis de gran realismo justo al lado.

La única parte visible para aquellas personas que participaron en el experimento era las dos manos derechas - la real y la artificial - mientras que el brazo izquierdo estaba descubierto y con sensores conectados a un ordenador.

Los científicos del Instituto sueco pusieron a prueba el cerebro de los "pacientes" realizando una serie de pruebas como acariciar en el mismo sitio con la ayuda de un pincel, ambas manos derechas o "amenazar" con un objeto punzante a la extremidad de plástico y que la reacción fuese la misma que si se fuera a cortar la mano de carne y hueso.

De esta forma, los investigadores consiguieron hacer posible que el proceso de imagen sensorial se distorsionase y entrase en conflicto consigo misma para luego acabar aceptando, en última estancia, que el cuerpo tenía dos manos derechas.

Este equipo de expertos de Estocolmo quedó muy sorprendido por el poquísimo espacio de tiempo que necesitaba el cerebro para aceptar como real ese brazo de goma. Solo unos segundos, que contrastan con toda una vida dando como verdadero que el cuerpo humano se compone de cuatro extremidades (dos brazos y dos piernas) y una sola cabeza.

Según declaró al diario digital www.bbc.co el autor del proyecto, Arvid Guterstam, "se nos ocurrió hacer este experimento después de leer que determinados pacientes que habían tenido algún derrame cerebral aseguraban tener la sensación de contar con un brazo extra" y continuó diciendo, "nos preguntamos si podíamos crear la ilusión en personas saludables".

Después de llevar a cabo este experimento y de confirmar la hipótesis que se ponía a prueba, los investigadores ya están pensando en las posibles aplicaciones prácticas que pueden ayudar a personas con discapacidades, desarrollando prótesis avanzadas robóticas que serían controladas por los impulsos emitidos por el cerebro humano.

Guterstam concluyó la entrevista con la siguiente declaración: "creemos que hemos encontrado un mecanismo general de cómo el cerebro construye la imagen corporal", algo que de ser verdad, podría abrir infinidad de nuevos caminos para la investigación científica que actúa en este campo de la neurociencia.