La Cámara de Representantes de EE.UU. aprueba este viernes un presupuesto militar superior al que pedía el presidente saliente, Barack Obama.

El presupuesto destinado a los gastos militares en 2017 es de unos 619.000 millones de dólares, 26.000 millones más de lo que había pedido la Casa Blanca, es decir, unos 582.700 millones de dólares.
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Además, el proyecto de ley ha sido modificado por la Cámara Baja para eliminar la reducción de 20.000 efectivos y prevé aumentar el personal de todas las ramas de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.

La Marina de EE.UU. es la única rama, cuyo personal disminuye, pero menos de lo propuesto por la Casa Blanca, mientras que el Ejército se engrosará con más miembros llegando a tener 476.000 soldados y la Fuerza Aérea se ampliará para tener 321.000.

Del mismo modo, se aumenta hasta los 59.500 millones de dólares el presupuesto dirigido a las intervenciones en Irak y Afganistán, donde oficialmente se han terminado las operaciones militares estadounidenses.

El proyecto de ley de presupuesto militar de EE.UU. ha sido aprobado con el apoyo de 375 representantes, frente a los votos en contra de 34 de ellos, lo que significa que es muy difícil que Obama pueda vetarlo, ya que sería posible anular su veto.

Estos aumentos en los gastos militares contradicen las políticas que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quiere seguir, pues este considera como "obsoleta" a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y durante su campaña electoral trató de presentarse como alguien opuesto a las guerras y las intervenciones militares.

El nombramiento del general retirado James Mattis, apodado "perro rabioso", como nuevo jefe del Departamento de Defensa de EE.UU. (Pentágono) también es señal de que probablemente Trump, al contrario de lo que alega, incremente las intervenciones militares.