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La Organización Mundial de la Salud afirmó que la radiación que se detectó en alimentos en Japón luego del terremoto y avería de la central Nuclear de Fukushima, es más grave de lo previsto.

Los ingenieros lograron conectar cables de energía a los seis reactores de la central de Fukushima, situada a 240 kilómetros al norte de Tokio, y empezaron a bombear agua a uno de ellos para revertir el sobrecalentamiento que ha provocado la mayor crisis nuclear en 25 años. Algunos trabajadores fueron evacuados posteriormente de uno de los reactores más dañados cuando empezó a salir un humo del lugar. No había una explicación inmediata sobre el humo, pero las autoridades habían dicho previamente que la presión estaba aumentando en el reactor número 3.

También fue visto humo en el reactor número 2. El terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo causó más de 21.000 muertos o desaparecidos y costará a una ya atribulada economía alrededor de 250.000 millones de dólares, lo que lo convierte en el desastre natural más costoso del mundo.

El jefe de la agencia de energía atómica de Naciones Unidas dijo que la situación nuclear sigue siendo muy seria, pero no duda en que será resuelta. "No tengo ninguna duda de que esta crisis se superará de forma eficaz", dijo Yukiya Amano, director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA por su sigla en inglés), en una reunión de emergencia de la directiva.

Un funcionario del Gobierno japonés, citando al primer ministro Naoto Kan, comentó: "Vemos una luz para salir de la crisis". Pero las noticias sobre los progresos en la central nuclear se vieron deslucidas por los crecientes temores de que las partículas radiactivas ya emitidas a la atmósfera hayan contaminado los suministros de agua y alimentos.

"Está claro que es una situación grave", dijo Peter Cordingley, portavoz de la oficina para el Pacífico Oeste de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en una entrevista telefónica con Reuters desde Manila. "Esto es mucho más serio de lo que se pensó en los primeros días, cuando creímos que este tipo de problema podía limitarse a 20 ó 30 kilómetros (...) Es lógico suponer que algún producto contaminado salga de la zona de contaminación", declaró. Sin embargo, dijo que no había pruebas de que alimentos contaminados desde la prefectura Fukushima estén llegando a otros países.

El desastre nuclear en Fukushima es el peor desde el ocurrido en Chernóbil, pero hay signos que indican que es mucho menos grave que la catástrofe de Ucrania. "Las pocas mediciones de radiación reportadas en alimentos hasta ahora son mucho más bajas que las que rodearon Chernóbil en 1986, pero el cuadro completo todavía está emergiendo", observó Malcolm Crick, secretario del Comité de Ciencia sobre los Efectos de las Radiaciones Atómicas de la ONU, a Reuters.