Un policía murió y unas 30 personas resultaron heridas por una explosión ocurrida en la mañana del domingo cerca de la plaza de toros de Bogotá, donde se reanudaron en enero las corridas en medio de protestas, tras cuatro años de cierre.
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© EFELa policía investiga las explosciones que se dieron este fin de semana en los barrios La Mararena y Teusaquillo en el centro Bogotá.
"Lamento la muerte del policía John Herrera como consecuencia del petardo (explosivo) de esta mañana en La Macarena", zona del centro de la capital colombiana donde se encuentra el coso de La Santamaría, escribió en Twitter el alcalde Enrique Peñalosa, informó AFP.
Minutos antes, la alcaldía había informado en la misma red social de "31 personas heridas, dos de ellas de gravedad" por la explosión, que según los medios locales afectó principalmente a uniformados que participaban del operativo de seguridad previo a la corrida de toros prevista para horas de la tarde.
"Todo el sector de La Macarena y alrededores de la Plaza Santamaría asegurado. Quienes deseen ir a la corrida pueden hacerlo con seguridad", aseguró también Peñalosa, luego de que un helicóptero de la policía sobrevolara el área.
"Los terroristas no nos van a intimidar. Y vamos a hacer todo lo que sea necesario para capturarlos", añadió el alcalde, que se encuentra en la zona de los hechos junto a su secretario de seguridad y otras autoridades.
No se conocen los autores del hecho y las autoridades tampoco han dicho todavía si sospechan que se trate de una acción contra la actividad taurina.

La plaza de La Santamaría reabrió el pasado 22 de enero en medio de fuertes protestas y enfrentamientos de grupos antitaurinos con la policía. Desde entonces, un fuerte operativo de seguridad, integrado por centenares de uniformados, se ha puesto en marcha cada domingo de corridas en las afueras del coso.

La Corte Constitucional de Colombia ordenó reabrir La Santamaría, luego de que el exalcalde izquierdista Gustavo Petro cancelara en 2012 el contrato de la Corporación Taurina de Bogotá (CTB) para administrar el coso en medio de una campaña contra el maltrato animal.