Mientras que la Unión Europea está 'paralizada' a la espera de que Donald Trump aclare su posición sobre Irán, Moscú y Teherán han empezado a aprovechar las posibilidades que se abren tras la firma del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), explica el experto persa Omid Shokri Kalehsar.

Ambas naciones buscan edificar relaciones comerciales duraderas pese a la indefinición respecto al país persa que reina actualmente entre los países occidentales, subrayó el ministro de Petróleo de Irán, Bijan Zangeneh, quien junto con el titular de Energía ruso, Alexandr Nóvak, acordó la venta a Rusia de 1,5 millones de barriles de petróleo.
Lavrov iran rusia
© P Photo/ Ebrahim Noroozi

En este y otros acuerdos, Moscú desempeña actualmente un papel crucial para Teherán, que todavía no ha logrado vencer un cierto rechazo por parte de los países occidentales, asegura Kalehsar.

"De hecho, mientras que Occidente sigue vacilando y se preocupa excesivamente por cuáles serán los primeros pasos de Donald Trump respecto a Irán, Rusia se convierte en el primer 'patrocinador' del petróleo iraní tras el levantamiento de las sanciones", explica el analista persa.

El experto recuerda la así llamada 'transacción de trueque' ruso-iraní firmada en el contexto de las estrictas sanciones adoptadas por la comunidad internacional contra Teherán por su programa nuclear. Según el acuerdo, Irán suministraba a Rusia 500.000 barriles de petróleo y, a cambio, podía gastar el dinero recibido en hacerse con productos y servicios rusos.

La firma del PAIC condenó a la irrelevancia a aquel antiguo sistema de cooperación entre ambos países y, por lo tanto, los ministros del sector energético decidieron poner en marcha un nuevo acuerdo.

"Es evidente que Rusia e Irán tienen por objetivo ampliar la cooperación en el sector energético. El clima geopolítico y la posición común de nuestros países sobre Siria y toda la región contribuyen a ello... Esto es algo beneficioso para Irán dada la necesidad que tiene de inversiones en el sector de los hidrocarburos, que son aproximadamente de entre 100.000 y 150.000 millones de dólares", afirma Omid Shokri Kalehsar.

La firma del Pacto Nuclear con Irán no ha cambiado radicalmente la situación de bloqueo anterior, aunque los países europeos están muy interesados en el sector energético iraní, continúa el experto. Sin embargo, el desarrollo de la cooperación con Europa se ve obstaculizado por algunas restricciones bancarias. Tampoco ayuda al buen clima de entendimiento el hecho de que Europa esté pendiente de qué rumbo dará el nuevo inquilino de la Casa Blanca a las relaciones con Teherán, reitera el analista.

"Sin embargo, esta situación no tiene nada que ver con las empresas rusas. Tienen sus propias leyes y normas, su propia actitud y sus propias políticas, por lo tanto podrán incorporarse al mercado del petróleo iraní más rápidamente que las compañías europeas", concluye.