yemen dawn raid
© kokpit.aeroFotografía no confirmada mostrando los restos del avión MV-22 Osprey, que sufrió un "aterrizaje forzoso" durante una "incursión al amanecer contra Al-Qaeda" en al-Bayda, Yemen central, 28 de enero de 2017
Últimamente la retórica del gobierno de Estados Unidos contra Irán ha llegado a niveles no vistos desde la administración Bush, y la razón parece encontrarse en una serie de eventos ocurridos en las últimas dos semanas en Yemen y sus alrededores.

Mientras que antes, durante y después de la toma de posesión de Trump ya habían ocurrido ataques aéreos y con drones en contra de objetivos en Yemen, esta vez lo que llamó la atención de los medios norteamericanos fue el ataque de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos (Navy SEALs 6) en el centro de Yemen el 28 de enero.

Dos días después de la toma de posesión de Trump, drones estadounidenses "mataron a cinco agentes de Al-Qaeda" en el centro de Yemen. Esta operación se llevó a cabo sin el conocimiento de Trump (y por lo tanto sin su aprobación) porque su predecesor exentó al Pentágono de cualquier supervisión ejecutiva respecto a los ataques con drones.

La máquina de guerra estadounidense, en cierto sentido, anda por si sola. Por lo general, opera sin estar sujeta a ningún tipo de liderazgo oficial, decisiones o información del "gobierno civil". Lo mismo ocurre con los múltiples ataques con drones en Siria e Irak en territorios ocupados por el Estado Islámico durante la toma de posesión de Trump y sus primeros días en el cargo.

Entonces, las operaciones no cesaron durante los pocos días entre la retirada de la antigua administración y la llegada de la nueva aunque la mayoría pensara que sería así, esto es una clara evidencia de que la política exterior de EEUU opera de forma independiente a la Casa Blanca.

El ataque de los SEAL en Yemen central

Pero después ocurrió algo que aparentemente sí estaba relacionado con Trump. El domingo 29 de enero, el Comando Central de EE.UU.(CENTCOM, por sus siglas en inglés) emitió un increíble comunicado de prensa diciendo que "un miembro del servicio de EE.UU. fue asesinado y cuatro más fueron heridos" durante una "incursión antiterrorista contra Al Qaeda en la Península Árabe (AQAP, por sus siglas en inglés) en Yemen el 28 de enero." La operación, dijeron, mató a unos "14 miembros de AQAP y se obtuvo información que probablemente ayudará a vislumbrar los planes de futuros actos terroristas". Ah, y un convertiplano MV-22 Osprey estadounidense usado en la operación "tuvo un aterrizaje difícil", por lo que "tuvo que ser destruido intencionalmente [por jets de los marinos de EEUU]".

nora al-aliki yemen raid
© UnknownAsesinada en una incursión: Nora al-Aliki, una niña de 8 años, hija de Anwar Al-Aliki, un imán musulmán-estadounidense que murió en Yemen en un ataque aéreo con drones de EEUU en 2011.
Estos alarmantes eventos suscitaron, naturalmente, todo tipo de preguntas, y algunos oficiales anónimos de la inteligencia estadounidense estaban bastante prestos a dar respuestas mediante "filtraciones" a los medios de comunicación. La historia es ahora que las Fuerzas Especiales de Estados Unidos, junto con las "Fuerzas Especiales de los Emiratos Árabes Unidos" (que, por cierto, están dirigidas por un hombre llamado Mike Hindmarsh, ex jefe del SAS australiano), llevaron a cabo una incursión en un poblado llamado Yakla, "un conocido bastión de AQAP", en la provincia de al-Bayda, al sudoeste de Yemen. Su misión era "recopilar tanta inteligencia sobre AQAP como fuera posible y facilitar otras incursiones y ataques contra Al-Qaeda en el futuro."

Fuentes locales informaron que hasta 57 personas murieron en la operación, incluyendo ocho mujeres y ocho niños. Uno de esos niños era aparentemente la hija de 8 años de Anwar al-Aliki, el clérigo que es la «mente maestra del radicalismo islámico» (y ciudadano estadounidense) y que murió en un ataque con drones en Yemen en 2011 como castigo por «influir» (¿tramar con?, ¿radicalizar?) a Umar Farouk Abdulmutallab, adolescente de 16 años de edad, el infame "bombardero de la ropa interior" e hijo de un acaudalado banquero británico de origen nigeriano. El CENTCOM se aseguró de poner en relieve esta conexión en un comunicado de prensa posterior, señalando que, además del extraño incidente a bordo del vuelo Ámsterdam-Detroit el día de Navidad de 2009, "el ataque del Maratón de Boston y a las oficinas de Charlie Hebdo en París fueron responsabilidad de AQAP".

El CENTCOM también publicó un vídeo que dijo era "una pequeña muestra del tipo de información de inteligencia que se obtuvo en el sitio", lugar que describieron como "área de preparación, cuartel de propaganda y centro de logística para la red terrorista de AQAP". El vídeo "muestra el proceso de fabricación de triperóxido de triacetona, un explosivo utilizado en numerosos ataques terroristas, entre ellos el intento de ataque del «terrorista del zapato» en 2001 y los ataques al sistema de transporte de Londres en 2005". Sin embargo, el Pentágono se vio obligado a retirar el vídeo cuando alguien señaló que su "importante información de inteligencia" ya había sido ampliamente difundida hace 10 años por parte de SITE, la compañía de inteligencia de Rita Katz, el equipo privado de inteligencia estadounidense e israelí que ha hecho mucho por dar a conocer "complots terroristas" yihadistas como lo ha hecho el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos para demonizar a Bashar al-Assad.

Trump Seal funeral
© UnknownEl Presidente Trump viaja con su hija Ivanka al funeral del Marino William Owen
El poblado en cuestión, de acuerdo con Baraa Shiban del grupo de derechos humanos británico Reprieve, fue bombardeado por drones de EEUU en diciembre de 2013 provocando una masacre en una boda. El novio, que sobrevivió a ese ataque, fue asesinado esta vez, junto con su hijo y su hija. Nora al-Aliki, hija de la "mente maestra terrorista" (quien pudo o no haber sido ciudadana de EEUU), se desangró hasta morir dos horas después de recibir un disparo en el cuello, según su abuelo, Nasser al-Awlaki. Él y otros supervivientes dijeron que el pueblo no era una "fortaleza de AQAP," sino que se encontraba acogiendo una reunión de jeques tribales, quienes de hecho habían peleado con el gobierno yemení apoyado por EEUU y los saudíes (que el movimiento gobernante encabezado por los hutíes derrocó en enero de 2015 con un golpe de Estado, precipitando la "intervención saudí" en Yemen con el fin de "restaurar al gobierno legítimo elegido democráticamente", ironía que no alcanzan a ver los monarcas autocráticos del Golfo cuando hablan de esta "causa justa"). El abuelo Awlaki dijo que el gobierno "oficial" (exiliado en Arabia Saudita) le ha entregado armas a él y a sus familiares a través de sus fuerzas en Adén para luchar contra los hutíes.

Observe la ubicación de la aldea en cuestión: no está cerca de los supuestos "bastiones AQAP" (zonas grises). De hecho, está justo a lo largo de la línea divisoria entre los "rebeldes hutíes" (que en realidad son una alianza entre tribus hutíes y leales al ex presidente del país, Ali Saleh) y combatientes leales al favorito de Riad, Mansur Hadi (quien fue vicepresidente bajo Saleh).
yemen war map
© South Front
No sólo los combatientes estaban fuertemente armados, la NBC informó que se sospechaba que fueron advertidos de la incursión. El Pentágono dice que los SEAL fueron recibidos con una lluvia de disparos ("incluso las mujeres nos estaban disparando"), y es probable que los objetivos también poseyeran artillería pesada si asumimos que fueron ellos quienes provocaran el "aterrizaje forzado" del MV-22 Osprey, contrario a que los jets de la marina norteamericana lo tuvieran que "destruir en el sitio".

Mientras que el portavoz de Trump calificó la operación como "exitosa", algunos oficiales de la inteligencia de Estados Unidos, anónimamente, culparon a Trump de que "casi todo saliera mal", diciéndole a los medios que "Trump aprobó su primera operación encubierta contra el terrorismo sin tener suficiente inteligencia, apoyo terrestre o las preparaciones de apoyo adecuadas". Como resultado, la misión terminó en medio de "una base de al-Qaeda repleta de minas terrestres, francotiradores y un contingente de extremistas islámicos mayor al esperado y fuertemente armado". Y para redondear el embrollo, afirman que la misión había sido planeada hace meses, siendo considerada por la administración Obama, pero que luego fue pospuesta hasta después de la toma de posesión de Trump "por razones operacionales."

Navy Seals Yemen
© Naval Special Warfare Command/Capt. Jason SalataEl suboficial mayor William 'Ryan' Owens, quien fue asesinado en la incursión en el centro de Yemen, que aparentemente fracasó rotundamente.
Y ahora que el pueblo estadounidense supo abruptamente de la presencia de efectivos militares en suelo enemigo en Yemen, Trump — quien hizo campaña, entre otras cosas, prometiendo refrenar las aventuras militares en el extranjero — se quedó sosteniendo un cuchillo ensangrentado. Me recordó la forma en como JFK manejó el "fiasco de la Bahía de Cochinos", que ocurrió durante sus primeros meses en el cargo. Se nos ha dicho hasta hoy que Kennedy, o no sabía lo que la CIA estaba haciendo, o que sólo supo del plan en el último minuto para luego denegar el apoyo aéreo necesario para que la operación tuviera éxito. Sin embargo, gracias a la investigación de David Talbot en su libro Devil's Chessboard ("El tablero de ajedrez del Diablo"), ahora tenemos pruebas de que el director de la CIA, Allen Dulles, nunca tuvo como intención que la operación de Bahía de Cochinos tuviera éxito. La saboteó desde el principio porque su misión principal era "poner a la comunidad de inteligencia en contra de Kennedy", quien estaba, entre otras cosas, amenazando con revertir "su" política exterior.

De cualquier modo, la administración de Trump asumió la responsabilidad por la misión, aunque no podemos tomarnos esto al pie de la letra. El Pentágono nos está pidiendo muy seriamente que creamos que le otorgó la supervisión ejecutiva y la planeación operativa de una misión, a todas luces apresurada, a Donald «El Aprendiz» Trump, a una semana de haber llegado a la presidencia, después de 8 años de estar realizando ataques aéreos recurrentes, ataques con misiles crucero y ataques con drones en contra de la población civil y rebeldes yemeníes — en una guerra de alta tecnología en el país más pobre de Medio Oriente — cuando en todo este tiempo ni una sola vez (al menos oficialmente) estuvo en riesgo la vida de soldados estadounidenses y teniendo como fin el hacerse de "discos duros" de "terroristas de AQAP" escondidos en un pueblo ubicado entre territorio controlado por Arabia Saudita y los leales hutíes. Tengo serias dudas de que Trump estuviera completamente informado de la operación y le "diera luz verde". Nada ilustra mejor la ausencia del verdadero poder de los presidentes estadounidenses — especialmente en política exterior — que las constantes acciones militares (y en este caso aparentemente imprudentes) llevadas a cabo por Estados Unidos, la OTAN y las monarquías del Golfo durante la transición de Obama a Trump.

Potencia de fuego Yemení (Hutí)

houthis
© UnknownLas camionetas montadas en cañones usadas por los rebeldes hutíes contra las fuerzas dirigidas por los saudíes: ¿de dónde las sacan?
Vamos a alejarnos un poco de estos acontecimientos para hablar de otros eventos que están sucediendo últimamente al sur de la península arábiga.

Dos días antes de la incursión estadounidense, los rebeldes hutíes derribaron un helicóptero Apache saudí cerca de la ciudad portuaria de Mokha, al suroeste del país. En diciembre, otro helicóptero Apache saudí fue derribado por los hutíes, esta vez dentro de Arabia Saudita, en la provincia sureña de Najran. De hecho, los hutíes han llevado a cabo decenas de ataques transfronterizos contra objetivos militares dentro de Arabia Saudita, especialmente desde agosto del año pasado. En su mayoría, con bombardeos a corta distancia y combates por el control de las ciudades fronterizas y puestos de control, pero los hutíes también lanzaron misiles balísticos a bases militares saudíes. En un asalto coordinado, a principios de diciembre, los hutíes realizaron ataques con misiles balísticos simultáneamente contra al menos 4 bases militares y centros de comando saudíes al sur del reino, seguidos de intensos bombardeos. El número de saudíes muertos se desconoce, pero es claro que sus fuerzas sufrieron un golpe considerable.

Hace sólo dos días, hubo informes de que un misil balístico lanzado desde Yemen alcanzó a una base militar saudí en Mazahimiyah, a 60 kilómetros de la Riad. AMN News informó que los misiles utilizados en el ataque eran misiles tierra-tierra llamados "Borkan-2", una "variante del Scud ruso". Aún no hay ninguna declaración de los saudíes, aunque los locales han informado en las redes sociales que escucharon explosiones. PressTV de Irán citó ayer al portavoz hutí, quien confirmó los ataques y presentaron fotos de los misiles previo a su lanzamiento:
houthi missiles
© Yemeni military (Houthi forces) via AMN News
Y éste es supuestamente un vídeo de los misiles siendo lanzados en direccion a Riad:


Si se confirma, los hutíes habrían mejorado sustancialmente sus lanzamientos de misiles hacia Arabia Saudita. El 27 de octubre de 2016, dispararon un misil "Burkan-1" hacia el aeropuerto principal de Yeda, que está más cerca de Saná, capital de Yemen, que de Riad, en la costa saudí del Mar Rojo. Anteriormente, el 11 de octubre, otro lanzamiento de misiles balísticos se dirigió a Taif, cerca de La Meca, sede de la base aérea del rey Fahd de Arabia Saudita. Los saudíes dijeron que ambos ataques fueron interceptados por las baterías de la defensa antimisiles Patriot suministradas por Estados Unidos.

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© UnknownFoto de archivo de los buques de la Armada de Irán
El 10 de octubre, el Pentágono informó que dos misiles fueron disparados contra el USS Mason frente a la costa del Mar Rojo de Yemen, pero que "impactaron el agua antes de llegar al barco". Dos días más tarde, el Pentágono afirmó que tanto el USS Mason como el USS Ponce fueron atacados por misiles hutíes y que los barcos "intercambiaron disparos". Los hutíes — quienes emiten comunicados de prensa cada vez que dicen lanzar ataques — negaron haber disparado misiles contra cualquiera de los buques, alegando que nunca disparan contra buques fuera de sus aguas territoriales y acusaban a los estadounidenses de inventar estas historias para justificar su intervención a nombre de la fallida "coalición saudí". Estados Unidos luego "tomó represalias" disparando misiles crucero Tomahawk desde el USS Nitze, destruyendo tres instalaciones de radar de los hutíes. Curiosamente, el 13 de octubre, Irán desplegó una flota de buques de guerra en el Golfo de Adén para "proteger a los buques mercaderes de la piratería", mientras que el Pentágono le dijo a Fox News que "un buque de guerra chino y otro ruso de inteligencia estaban en las inmediaciones" en ese momento.

Mi colega Joe Quinn escribió aquí cómo supuestamente los hutíes hicieron volar una fragata saudí de clase Al-Madina usando "botes suicidas llenos de fertilizante", y noten que esto sucedió en alta mar, el 30 de enero, dos días después de la incursión de los SEAL estadounidenses. Esto no fue casualidad. Por supuesto, esto es difícil de verificar — los saudíes y sus aliados son naturalmente propensos a minimizar sus derrotas, al igual que los hutíes pueden sobrestimar sus victorias — pero los hutíes afirman que éste era el 11vo buque de la coalición saudí que habían atacado en dos años de resistir el embate de Arabia Saudita. Tales ataques no pueden tener lugar sin la clase de instalaciones de radar que Estados Unidos alega haber destruido en octubre, de modo que, o Estados Unidos no destruyó todas las instalaciones, o bien los hutíes están siendo reabastecidos con tecnología de importancia. Lo que dio inicio a la secuencia de eventos anterior fue un exitoso ataque de misiles hutí contra un catamarán híbrido de los Emiratos Árabes Unidos, el HSV-2 Swift, cerca de la ciudad portuaria de Mokha en el estrecho de Bab-el-Mandeb a principios de octubre de 2016. La nave fue completamente destruida:


¿Se dio cuenta de la tecnología de radar que tienen? El misil utilizado fue aparentemente un "C-802, la versión mejorada del misil anti-buque chino, el 'Eagle Strike' YJ-82".

Swift boat UAE yemen
© Emirates News AgencyNaufragio del buque "Emiratos Árabes Unidos", destruido en un ataque de misiles balísticos "hutí" en la costa del Mar Rojo de Yemen a principios de octubre de 2016.
Últimamente han ocurrido intensos combates en el extremo suroccidental del país, donde el objetivo primario para ambas partes es controlar el estrecho de Bab-el-Mandeb. Las pérdidas saudíes en las batallas recientes han sido considerables. La agencia de noticias Fars de Irán informa que, desde la semana pasada, alrededor de 450 "milicianos apoyados por Arabia Saudita" han muerto en la región, incluyendo al segundo comandante de campo de la coalición saudí (Saeed al-Samati al-Sabihi) "e inlcuyendo a mercenarios contratados por los saudíes provenientes de otros países árabes y extranjeros". Los hutíes también afirman haber derribado otra instalación clave en la Isla de Zuqar en el Mar Rojo — con otro misil balístico — "matando al menos a 80 soldados y oficiales saudíes y de los Emiratos Árabes Unidos" (vea el mapa anterior). La fuente militar hutí que retransmitía esta información continuó diciendo que el "centro de operaciones de Bab el-Mandeb de los saudíes está ubicado en Eritrea, y oficiales y expertos de Israel, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos se encuentran allí". Curiosamente, cuando se le preguntó sobre la incursión estadounidense en la provincia de al-Bayda el 28 de enero, dijo que probablemente se tratara de una nueva estrategia estadounidense para dividir el país a lo largo de las líneas de batalla existentes.

Y podría continuar. Busque en YouTube "hutíes alcanzan tanques saudíes" y encontrará una decena de vídeos donde las fuerzas hutí-Saleh ponen fuera de combate tanques Bradley y Adams a lo largo de Yemen en el último año, más o menos. La coalición saudí ha perdido tantos tanques que EEUU ha tenido que mandar cientos más. Durante sus dos mandatos, Obama supervisó la venta de 115.000 millones de dólares en armas y equipo militar a Arabia Saudita. No sé cuánto de esto incluye la paga de los mercenarios, pero sabemos que los medios de comunicación de Medio Oriente han informado rutinariamente cifras masivas de víctimas entre los miles de combatientes extranjeros de la casa de Saúd. Un informe afirmó que más de 4.000 de ellos habían muerto en marzo pasado. El infame ejército privado estadounidense DynCorp fue pagado con 3 mil millones de dólares por entrar en el conflicto. Desde diciembre de 2015, las autoridades británicas se han metido en problemas tratando de explicar por qué los ex soldados británicos, que ahora luchaban bajo la bandera de los Emiratos Árabes Unidos, estaban causando bajas en Yemen.

El imperio de EE.UU. contra la Alianza Eurasiática

estrecho saudi
© DesconocidoLos dos cuellos de botella claves de la navegación en ambos lados de la península arábiga.
Como hemos explicado anteriormente, la realeza saudí y los emires del Golfo no tienen fuerzas militares propias. Sus ejércitos y armas son en su mayoría occidentales (de EEUU principalmente). Sus "ejércitos nacionales" están literalmente a cargo de soldados, pilotos, tripulantes de apoyo y altos oficiales estadounidenses, británicos, australianos y de otros países de Occidente. Gracias a la obsesión de Estados Unidos por la "interoperabilidad" de las armas que vende, los comandantes estadounidenses, israelíes y británicos pueden dirigir "operaciones saudíes" de forma remota, al tiempo que las presentan como parte de una guerra "saudí". No lo es; es una guerra completamente occidental para controlar Yemen y al Estrecho de Bab-el-Mandeb, un área de recursos energéticos y ruta de comercio marítimo claves del planeta que conecta el Océano Índico con el Mediterráneo a través del Mar Rojo.

Pero eso es bien sabido en este momento — EEUU y sus aliados no saben ocultar bien su participación en Yemen. Sin embargo, lo que resulta nuevo es lo que el "otro lado" está haciendo en el conflicto.

Iran China military
© APLos generales de Pekín y Teherán firman un acuerdo de cooperación en noviembre de 2016 para "realizar simulacros militares conjuntos" y "crear un movimiento colectivo para enfrentar la amenaza del terrorismo". Este es el código para "unir fuerzas y llevar la 'guerra contra el terror' subsidiaria contra EEUU."
Evidentemente, esta guerra no es para "luchar contra al-Qaeda", cuyos cortacabezas, sabemos — gracias a las maquinaciones reveladas en Siria — trabajan para Arabia Saudita, Catar y, en última instancia, los intereses occidentales. Y esto obviamente no se trata tampoco de "luchar contra piratas" como los iraníes afirmaban casi en tono de broma. Ha llegado a ser muy claro que los valerosos yemeníes, resistiendo los fortísimos ataques aéreos, están recibiendo apoyo desde el extranjero si consideramos los misiles balísticos, los sistemas de radar, transporte y de despliegue, los sistemas portables tierra-aire y antitanque, las camionetas equipadas con cañones y el aparentemente interminable suministro de armas de menor calibre que poseen para resistir y vencer con éxito (hasta ahora) a la abrumadora fuerza enemiga. De los países musulmanes que participaron en la operación "Tormenta Decisiva" como parte de la coalición saudí en Yemen, sólo un Estado del Golfo se abstuvo; Omán y es probablemente que sea la mula a través de la cual la mayoría de las armas de las fuerzas rebeldes se canalizan hacia la zona de batalla. Pero Irán y Omán, por sí solos, no podrían hacer esto sin la protección de fuerzas lo suficientemente grandes como para controlar al poderío militar estadounidense. Creo que lo que estamos viendo aquí es al "triunvirato" Moscú-Pekín-Teherán aumentando la velocidad en contra del "imperio occidental".

Pienso que los arquitectos del imperio estadounidense no anticiparon que la guerra se alargaría tanto cuando dieron luz verde para que a los saudíes arremetieran por sorpresa contra Yemen en enero de 2015. Y por tanto, la paranoia del Pentágono y Riad aumentó con las imprevistas victorias hutíes. Los gobiernos estadounidense y británico están recibiendo muchas críticas en casa por vender a los saudíes tales cantidades de armas (con tan pocos resultados), forzándolos a reducir, al menos oficialmente, su participación operacional. Es a la luz de estas fuertes pérdidas en Yemen que debemos entender la retórica de guerra que recientemente vemos contra Irán.

"Bombas-bombas-bombas, bombas-bombas contra Irán" (en Yemen)

John McCain
© Unknown"¡Esto... esto... esto no puede estar pasando!"
Michael Flynn, asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, quien irónicamente fue tildado como "agente ruso" por los medios de comunicación estadounidenses hasta antes de la toma de posesión de Trump, lanzó la primera volea cuando anunció que Irán "estaba siendo notificado" por haber "probado un misil balístico" en su propio patio trasero, el cual, dijo, "puso vidas estadounidenses en riesgo". Pero lo que le molesta no son los misiles balísticos que Irán está probando en su patio trasero: sino los misiles balísticos que los hutíes están lanzando por todos lados; misiles que claramente están siendo suministrados por Rusia y China a través de Irán. También reclamó a Irán por haber "transferido armas y apoyado al terrorismo", refiriéndose claramente al apoyo iraní a los hutíes en Yemen. Los medios de comunicación de Estados Unidos — como siempre, con la amable ayuda de oficiales anónimos de inteligencia militar que no están "autorizados para hablar con los medios" — rellenaron el resto de la historia refiriéndose a los supuestos "ataques hutíes" contra buques de guerra estadounidenses en octubre, que Estados Unidos utilizó como justificación para intervenir directamente luego que su representación (Arabia Saudita) fracasara. Esos ataques probablemente nunca ocurrieron, así que, entre líneas, Estados Unidos está diciendo que "nuestras fuerzas saudíes fueron atacadas por Irán, y esto nos da el derecho a tomar represalias contra Irán de forma directa". Excepto que no lo hacen, y lo saben. Ellos saben muy bien las reglas del juego porque ellos mismos las crearon. Y de todos modos, no pueden hacer nada al respecto porque saben que cualquier posible conflicto con Irán implícitamente involucraría a Rusia y China de una manera u otra.

La segunda volea se produjo tres días después, cuando el nuevo Secretario de Guerra de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, declaró que Irán es el "Estado que más patrocina al terrorismo", ¡de todos los tiempos! Si, al tratar de entender lo que Mattis quiso decir, sólo se tiene en mente las narrativas oficiales sobre el terrorismo islámico, al-Qaeda y el EI, usted estaría perdonado por pensar que Mattis ha perdido la cabeza (o simplemente estaba viviendo a la altura de su apodo). Después de todo, Irán está luchando contra el Estado Islámico, al-Nusra y todos los otros ejércitos mercenarios yihadistas en Siria e Irak. Por tanto, Irán está haciendo lo que le toca para evitar futuros ataques terroristas en Occidente. Pero si usted entiende que Mattis se refería al papel de Irán al manipular a los hutíes para "darle a los saudíes su Vietnam," como dice la expresión, entonces entiende la magnitud de la declaración de Mattis. Y entonces también entiende el gimoteo que le siguió:
"No es bueno ignorarla (la "adicción al terrorismo" de Irán). No es bueno desestimarla y al mismo tiempo no veo ninguna necesidad de aumentar el número de fuerzas que tenemos en el Medio Oriente en este momento. Siempre hemos tenido la capacidad, pero ahora mismo no creo que sea necesario."
Rouhani
© UnknownHassan Rouhani, presidente de Irán: "Estados Unidos, hemos aprendido las reglas de su juego. ¡Ahora nos toca a nosotros!"
Pueden pronunciar "palabras fuertes" públicamente, mientras al mismo tiempo envían discretamente más dinero, mercenarios y armas a Medio Oriente, pero no pasa de eso. De lo contrario, si "van a luchar directamente contra a Irán en Yemen", se cerrará el círculo y Yemen se convertirá en el "Vietnam" de Estados Unidos. Los riesgos aumentan de inmediato una vez que enfrentan directamente fuerzas estadounidenses con fuerzas rusas-chinas-iraníes "disfrazadas". Trump entonces firmó nuevas sanciones contra Irán, mientras que Netanyahu de Israel se dirigía a Londres para pedirle al gobierno del Reino Unido que siguiera el ejemplo e impusiera más sanciones, y luego llamó a todas las "naciones responsables" a que impusieran más sanciones y después aprovechó la conferencia de prensa con la Primera Ministra May para advertir al mundo que "Irán busca aniquilar Israel, conquistar el Medio Oriente, amenaza a Europa, amenaza a Occidente, amenaza al mundo".

Ahora es demasiado tarde para que el imperio cumpla sus amenazas verbales contra Irán. Trump puede enviar un tuit tarde en la noche diciendo que Irán está "jugando con fuego", pero eso no cambia el hecho de que Irán tiene ahora la capacidad militar para protegerse de los bombardeos aéreos estadounidenses. En el frente económico financiero, gracias a los movimientos diplomáticos de Irán y sus aliados durante la última década, el "acuerdo nuclear con Irán" (que por supuesto tenía poco que ver con armas nucleares) fue acordado el año pasado. Ese genio ya salió de la botella: los súper acuerdos de comercio e inversión entre Irán y corporaciones y gobiernos — tanto del este como del oeste han ido en aumento. Si acaso, a Irán le envalentonan las agudas protestas de Washington, Londres y Tel Aviv: y su respuesta ha sido probar más misiles y sistemas de radar, y emitir contra-sanciones en contra de "individuos estadounidenses que patrocinan el terrorismo".

Es la Tercera Guerra Mundial, amigo, pero no como la esperábamos

US dollar
© UnknownEl "sistema del petrodólar" se está desmoronando.
Los custodios de la Pax Americana están desesperados. Su sistema se basa enteramente en el petrodólar y el control del grifo de petróleo de Medio Oriente. Si pierden Yemen, Irán se alzaría como el nuevo "perro alfa" regional. Irán estará entonces en condiciones de ejercer dominio sobre las dos principales vías de navegación de la región: el Estrecho de Bab-el-Mandeb y el Estrecho de Ormuz. Irán reemplazaría entonces a Arabia Saudita como principal proveedor de petróleo y gas de Medio Oriente y, por lo tanto, heredaría la posición de "grifo global de recursos energéticos". La casa de Saúd, cuya autoridad se define en función de su dependencia con los angloamericanos, probablemente tendría sus días contados. Israel se despediría de su apartheid, ya que se verá obligado a cooperar con sus vecinos árabes en un terreno más nivelado. Todo esto apuntaría al fin de la hegemonía occidental, después de que la anglósfera dominara por tres siglos.

Pero me estoy adelantando, pues no se puede vender la piel del oso antes de cazarlo.

Lo que está ocurriendo en Yemen — y en Siria, y en Irak, y en otros lugares — es que Estados Unidos está gradualmente siendo expulsado de Medio Oriente, gracias a la acción coordinada de Rusia, China e Irán. Pensar en la "Tercera Guerra Mundial" como un "gran espectáculo" entre grandes potencias que termina en un holocausto nuclear mantiene a la gente con miedo y "en las gradas", distrayéndolos del desagradable negocio de repartirse los recursos naturales (incluyendo humanos) del planeta y de los verdaderos horrores cotidianos que esto trae a lugares como Yemen, Libia y Siria. No es una "guerra mundial" donde el ganador se lleva todo; es una guerra subsidiaria donde cada riesgo es evaluado. Los países no occidentales han aprendido las (hasta hace poco) reglas ocultas del juego; y están en el proceso de aplicarlas para voltearle la mesa al imperio.

La "Tercera Guerra Mundial," como se está luchando en realidad — y como ha sido desde el 11 de septiembre — es la gran lucha civilizadora que se desarrolla entre "occidente" y "el resto".