Esta mañana se ha hecho público un comunicado por el cual diferentes organizaciones yihadistas del norte de África se han fusionado en una gran organización que ha prestado juramento de fidelidad al líder de Al Qaeda Central Ayman Al Zawahiri.
Representantes de AQMI,Ansar Dine,Katiba Macina y Al Morabitum
Representantes de AQMI, Ansar Dine, Katiba Macina y Al Morabitum en la rueda de prensa ofrecida hoy.
Representantes de Al Qaeda en el Magreb Islamico, Al Morabitum, Ansar Dine y Katiba Macina se han reunido para sentar las bases de la nueva organización que lleva por nombre Jama'a Nusrat ul-Islam wa al-Muslimin lo que se podría traducir como "Grupo para el Socorro del Islam y los Musulmanes" que estará encabezado por el veterano militante tuareg y líder de Ansar Dine Iyad Ag Ghaly.

Esta fusión es importante en una doble vertiente ya que, por un lado, minimizan la reciente implantación del ISIS en la zona de mano de Al Sahrawi y a su vez aúnan esfuerzos en la lucha contra los estados de la zona y la Operación Barkhane de la que dichos países forman parte junto al Francia y cuyo objetivo es combatir la implantación y expansión de yihadismo en la región Sahel.

Cabe recordar que varias de estas organizaciones, como son AQMI y Ansar Dine, ya fueron capaces de ejercer un control territorial efectivo sobre una enorme extensión de terreno cuando secuestraron la lucha tuareg que pretendía independizar el norte de Mali para crear un nuevo país llamado Azawad en 2012.

Solo la intervención de los ejércitos de los países del entorno, junto a Francia, fueron capaces de derrotar a las fuerzas combinadas de los diferentes grupos yihadistas que impusieron a la región una versión extrema del Islam y destruyeron todo resto arqueológico o documento que no se ajustase a su interpretación del Corán.

Si la intervención militar consiguió conjurar el peligro y arrinconarlo en una remota zona de Mali junto al sur de Argelia, de donde son originarios muchos de los miembros de Ansar Dine, con el tiempo la inestabilidad en la política de Mali ha provocado que los diferentes grupos yihadistas hayan retornado al punto desde donde fueron expulsado e incluso lo hayan desbordado imponiendo su ley en amplias zonas del Centro y sur de Mali e incluso territorios de las vecinas Mauritania, Níger y Burkina Faso.

La creación de esta nueva organización yihadista unificada coincide en el tiempo con el envío por parte de los varios países europeos, como Portugal, España, Francia o Italia, de policías especializados en lucha anti terrorista a fin de adiestrar a las fuerzas del orden de la zona para combatir el yihadismo en unos países que a duras penas conseguían frenar a los diferente grupos por separado.

A partir de hoy, el Sahel se enfrenta a un nuevo y redoblado reto junto a Francia y es el combatir a una organización que ya controla las rutas de la inmigración ilegal y el tráfico de drogas y armas a Europa, pero que en un futuro no muy lejano podrían constituir un estado similar a la Afganistán de los Talibán o el Califato de ISIS frente a una de las puertas de Europa y originar nuevas oleadas de refugiados que huyen del terror.

Como para pacificar un lugar la espada, en este caso la francesa, no basta, la Unión Europea debe implicarse aún más en ayudar países como Malí, Níger o Burkina Faso a encontrar la estabilidad, desarrollarse económicamente y crecer, tal y como baraja hacer Alemanía a través de un programa de inversiones en la zona.