Una feroz tormenta de viento y nieve obligó parar un partido porque la estaban pasando mal de verdad.

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© Captura de pantalla
A veces, cuando se dice que un jugador tiene el pecho frío, se es muy injusto. Sin embargo, lo que suena a un agravio, esta vez fue la pura realidad. Pasó en Islandia, donde un partido debió suspenderse porque los jugadores tenían, de verdad, el pecho congelado a raíz de una feroz tormenta de nieve y viento.

Islandia atraviesa por una de sus temperaturas más frías en su historia y el país está cubierto de nieve. Este fenómeno climático afectó también el fútbol y en un partido de la Copa islandesa entre el Fram y el Breidablik tuvo que suspenderse en el minuto 70 por una terrible tormenta de nieve.

En el video se puede ver como tres suplentes la están pasando muy mal: están tapados con mantas y abrigados con camperas por el frío y la nieve que los tenía a punto de congelamiento. El árbitro decidió suspender el juego ante la furia de la naturaleza que impedía la visibilidad, y sobre todo, ponía en riesgo el físico de los futbolistas.