Syria bus attack
¿Va esto a incluirse en la lista de "fotos icónicas" de Siria? ¿La mostrará la embajadora Nikki Haley ante la ONU? ¿Llorará la reportera Kate Boldan?

La BBC verdaderamente se superó a si misma con un vil artículo de periodismo falso en relación a las recientes muertes horribles de 126 personas, incluidos 68 niños, en autobuses que llevaban gente fuera de Foua y Kefraya, los pueblos en Siria asediados por los yihadistas respaldados por EEUU.

Lo primero que hay que decir es que en el artículo enlazado arriba, la BBC no hace ninguna referencia en lo absoluto al terrorismo. No utiliza las palabras "terroristas" ni "terrorismo" una sola vez. Lo único que tenemos es "ataque de bomba", "ataque" o "ataque contra autobuses". Todos deberíamos estar justificadamente furiosos de que a los civiles inocentes de este atroz acto ni siquiera se les otorgue la dignidad de ser llamados víctimas de terrorismo.

El artículo no comenta el horror del sufrimiento de los niños que formaron más del 50% de las muertes. Aparte de la descripción de los 68 que fueron asesinados, la única referencia de que el acto fuera inadmisible es una cita del Papa Francisco, que dice que fue un "ataque vil en contra de refugiados en huída".

Esto es lo que se llama "propaganda desarmante". La reacción natural de la mayoría de la gente ante este evento es que se trata lo más probable de la obra de los "rebeldes sirios", y una pérdida de vida tan grande rápidamente traería grandes críticas al apoyo de Occidente a estos mercenarios yihadistas. Así que para proteger los activos de los gobiernos occidentales en Siria, la BBC intenta ofuscar la verdad con descripciones inocuas, mientras que busca otros ángulos que sutilmente cambian la responsabilidad de los terroristas apoyados por EEUU al gobierno sirio.

Para bajarle la temperatura al enojo público en contra de los "rebeldes", el reporte de la BBC dice que "ningún grupo ha tomado responsabilidad por el ataque contra los autobuses." Pero al decir ningún "grupo", la BBC está confundiendo el asunto. Podemos decir que sólo hay dos grupos que pueden ser responsables; las fuerzas bajo el control de Bashar Al-Assad y las fuerzas de la oposición. Pero hay muchos grupos diferentes que conforman las "fuerzas de la oposición".

Mientras que puede ser conjetura en este momento señalar culpas categóricamente, podemos decir con confianza que fue muy probablemente algún elemento de "la oposición". Mientras que la BBC señala casualmente con una sola línea que nadie ha tomado responsabilidad, olvida coincidentemente que estamos a la mitad de una batalla de relaciones públicas épica que se lucha en la guerra en Siria. ¿Que milicia individual de la oposición, menos aún una alianza de combatientes, van a confesar haber asesinado cruelmente a 68 niños?

El gobernorado de Idlib, en el cual tuvo lugar el ataque, ha estado bajo el control de yihadistas salafistas al servicio de Jabhat Fateh Al-Sham (Al-Nusra) desde principios de 2015, que han impuesto un emirato islamista virtual en la provincia. La ideología extremista que prevalece en la región sólo se endureció después del acuerdo para que los combatientes de la oposición de línea dura se reubicaran en Idlib, luego de la liberación de Alepo.

El espacio es caro en un artículo de la BBC, pero dada la escasa cobertura de las muertes de niños, seguramente que tienen espacio para exponer la naturaleza extrema de los "rebeldes" que son probablemente responsables.

Pudieron habernos dicho que Hay'at Tahir al-Sham (HTS), una coalición salafista de línea dura, emergió de la lucha interna que infestaba a los yihadistas a principios de 201. HTS es ostensiblemente dirigida por Jabhat Fateh Al-Sham e incluye al infame Nour Al-Din Al-Zenki, quien decapitó a un niño de 12 años que tuvo la mala fortuna de caer en sus garras. Al-Zenki ha surgido como uno de los nombres supuestamente detrás del ataque terrorista. La BBC pudo haber mencionado a Al-Zenki, pero en lugar de ello optó por declaraciones vagas y no comprometedoras ante un evento que provocaría gran indignación y enojo, si se dijera la verdad. Obviamente, sólo los ataques de los cuales se culpa instantáneamente a Bashar Al-Assad, como el incidente de armas químicas en Khan Shekkhoun, son descritos de un modo que provoca indignación.

O pudieron haberlo dejado simple: "Los "rebeldes" son dirigidos por Al-Qaeda, el grupo que asesinó a 3000 personas en el 11-S".

Una vez hecho su mejor esfuerzo por nulificar nuestros sentidos y ofuscar la responsabilidad por este verdaderamente grotezco acto de terrorismo, la BBC sorprendentemente comienza el juego de cambiar la culpa.

La BBC nos dice que su corresponsal en Medio Oriente, Lina Sinjab, "dijo que no estaba claro cómo hubiera podido el vehículo alcanzar el área sin permiso del gobierno."

Esta sola oración es una verdadera candidata para el premio 2017 al insulto de la inteligencia de todos. Los autobuses estaban evacuando gente de áreas controladas por "rebeldes". El único permiso requerido para ester en el área para los vehículos, o para cualquer otra cosa, viene de los terroristas que casi sin duda son responsables de esta atrocidad. Aparentemente la BBC también ha olvidado muchos incidentes del "Estado Islámico" y otros grupos "rebeldes" en Siria en los que mataron gente que intenraba huir sus áreas de control.

Luego el artículo dice:
"Pero tampoco hay evidencia de que los rebeldes estuvieran involucrados en el ataque, como dice el gobierno."
Deberíamos estar todos muy felices de que la BBC haya descubierto que se requiere evidencia antes de lanzar acusaciones. Es una pena que no descubrieran este principio básico el 3 de abril. De haber sido así, ellos, al igual que prácticamente todos los medios dominantes y los políticos occidentales, no hubieran acusado a Assad de atacar a civiles con gas en Khan Shekhoun el 4 de abril, sin ninguna evidencia en lo absoluto.

Finalmente, para llevar a los pensamientos del lector hacia la posibilidad de que éste hubiera sido un ataque del gobierno, el artículo dice:
"No hubiera sido a favor del interés de los rebeldes, dice nuestra corresponsal, ya que están esperando que sus propios simpatizantes sean evacuados de otros pueblos."
Pero la astuta periodista de la BBC luego echa por tierra su propio argumento al decir que "el intercambio reinició más adelante, con autobuses que alcanzaron ambos lados a salvo."

Si el gobierno perpetró el ataque para echarle la culpa a la oposición, esperaríamos que se rehusaría a continuar con la evacuación de los pueblos que ha sitiado, Madaya y Al-Zabadani. Pero no lo hizo.

La demolición del argumento se completa cuando se nos dice:
"Un intento previo de evacuaciones mutuas fracasó en diciembre cuando los rebeldes quemaron los autobuses que iban a ser enviados a los pueblos".
Así que los "rebeldes" han hecho esto antes. No en una situación diferente en otro lugar, sino en el mismo lugar en el que jubilosamente cantaron y gritaron mientras quemaban autobuses que iban a evacuar gente de estos pueblos que tanto han sufrido.

Yo y muchos otros argumentaríamos vigorosamente que esto fue en favor de los intereses de los terroristas. En lo que concierne a la prensa occidental y a los patrocinadores de los grupos terroristas de la OTAN/Israel/Estados del Golfo, si la culpa no puede ser atribuida falsamente a Asad, entonces no vale la pena realmente condenar los ataques contra los civiles en Siria.

Por otro lado, sería un desastre para Assad, ya atribulado por las acusaciones de Khan Shekhoun (a pesar de la falta de evidencia concreta), si el ataque le fuera adjudicado. La presión sobre él para dejar el poder, que ya es inmensa, alcanzaría niveles inauditos. Así que un ataque de falsa bandera bien podría trabajar a favor de "los intereses de los rebeldes".

En un mundo cuerdo y racional, mostrar esto exitosamente como una bandera falsa tendría pocas oportunidades de éxito. Sin embargo, los protagonistas que buscan el cambio de régimen están lejos de ser cuerdos y racionales. La propaganda está por toda spartes. Los terroristas y sus patrocinadores saben que tienen unos medios occidentales sumisos y muy dispuestos a complacerlos al actuar como voceros de propaganda gubernamental. Sin embargo, es probable que este ataque sea un precursor de otra falsa bandera involucrando armas químicas.