El Consejo Noruego para los Refugiados alertó que unos diez mil yemeníes han muerto al no poder recibir atención médica en el exterior por el cierre del aeropuerto internacional de Saná.

Unos diez mil yemeníes han fallecido en el último año producto del cierre del Aeropuerto internacional de Saná, tras la restricción que se vive en el país por la coalición de Arabia Saudita, informó el Consejo Noruego para los Refugiados (CNR).
An old man infected with cholera lies on the bed at a hospital in Sanaa, Yemen
© Mohamed al-Sayaghi / Reuters

Mediante un comunicado, el CNR señaló que al no permitir el acceso aéreo para buscar ayuda médica especializada en otros países, han hecho que mueran miles de personas con enfermedades.

El director de la CNR en Yemén, Mutasim Hamdan, indicó que al estar sin accesos a viajes comerciales seguros, los yemeníes se quedan sin atención médica y muchas de las personas que se habrían salvado pierden la vida.

"10,000 yemeníes han muerto ahora de las condiciones de salud para los que buscaban el tratamiento médico en el extranjero".


El aeropuerto de Saná fue cerrado el pasado 9 de agosto de 2016, como medida de restricción impuesta por la coalición liderada por Arabia Saudita en medio del conflicto que se vive desde 2015.

El documento detalló que antes de la guerra al menos siete mil yemeníes viajaban al extranjero desde el aeropuerto internacional para obtener atención médica que no estaban disponibles en el país, ahora unos 20.000 yemeníes necesitan recibir servicios de salud.

Unas 14 organizaciones humanitarias han solicitado reabrir el aeropuerto internacional de Saná, con el fin de ayudar a las miles de personas que necesiten ir a otras regiones a recibir atención médica.


"Las consecuencias del cierre de aeropuerto de #Yemen han sido catastróficas".

Yemen enfrenta un conflicto desde 2015 entre los rebeldes hutíes del movimiento Ansar Alá y los partidarios del exmandatario Alí Abdalá Saleh contra las fuerzas leales al presidente legítimo Abdo Rabu Mansur Hadi, los cuales están apoyados por una coalición internacional liderada por Arabia Saudita.

Esta guerra ha provocado que millones de yemeníes quedaran en la hambruna y vulnerables a padecer enfermedades, sin poder recibir atención medica producto de la falta de infraestructura.