Por fin está aquí la evidencia irrefutable de la malévola injerencia rusa en las elecciones de nuestros países democráticos. A pesar de que ésta ha sido negada en un sinfín de ocasiones por parte del Kremlin, hoy tenemos la absoluta certeza de que Vladimir Putin y sus malévolos centavos fueron la razón por la cual la población occidental votó en contra de los deseos de sus mandatarios.
Vladimir putin
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El periódico The Telegraph reportó hoy, citando una carta de la dirección de Facebook, que el gasto total de las cuentas asociadas a la Agencia de Investigación de Internet (Internet Research Agency, IRA) con sede en San Petersburgo fue de... ¿están listos?... menos de un dólar.

Así es, los centavillos malignos de Putin son tan poderosos que no necesita gastar mucho más para cambiar el curso de un referendo, ni siquiera tienen que concentrarse sobre el tema en cuestión, según Facebook:
"Descubrimos que las cuentas vinculadas a la IRA en ese período gastaron en la publicidad dirigida a los usuarios británicos una cantidad pequeña de 0,97 dólares", respondió Facebook a los investigadores.

Las autoridades de la red social señalaron que se trata de tres anuncios publicitarios relacionados no solo con el Brexit sino también con la divulgación de mensajes de migración entre los ciudadanos estadounidenses.
No sólo eso, sino que, según reporta RT en inglés, el alcance masivo de los 97 centavos de Putin fue de... ¿están listos?... 200 clics, no personas, clics. Aunque aceptemos, para que fluya la conversación, que fueron 200 personas completamente diferentes que no se conocían entre sí, lo que esto significa es que, de algún modo, los 97 centavos de Putin hicieron que, mágicamente, 200 personas (el 0.0006 de los votantes) pudieran cambiar el resultado del referendo donde más de 30 millones de votantes participaron.

No sé ustedes, pero para mí esto permite declarar de manera enfática que, si los 97 centavos de Putin tienen tanto poder en Occidente, todos deberíamos estar buscando conseguir uno o dos.

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