Eid al Fitr abrió paso con paz en la ciudad de Duma, al noreste de Damasco, y declarada libre del terrorismo desde hace dos meses después de haber sido un reducto de los terroristas del Ejército del Islam varios años.
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Familias separadas por el terrorismo durante años, llevaron la alegría y la añoranza y acudieron a una de las ciudades más importantes de la provincia de Damasco Campo, para reagruparse nuevamente con júbilo en los banquetes, con una sensación firme de la seguridad, reforzada con la presencia del Ejército sirio en la entrada de la ciudad.

En la entrada norteña de la ciudad, una madre acoge entre sus brazos a su hijo, un abrazo que resume siete años de añoranza y angustia, ya que la familia abandonó Duma desde hace años, mientras que el hijo primogénito se quedó solo en su casa en el barrio de al Masaken.
"Esperaba este momento con impaciencia, no podíamos llevarlo de allí por los terroristas", cuenta la madre, desconcertada por el encuentro con su hijo que lo dejó un niño y ahora ya es un joven más alto que ella.

En una calle principal en la ciudad, decenas de niños se congregaron, llevaban ropa nueva con colores brillantes, algunos se divertían en los columpios instalados en el lugar, entre risas y gritos de alegría.

En la otra parte de la ciudad, en el parque de atracciones que se llenó de niños y vendedores, Jamal al Shugri preparaba bocadillos de falafel para los niños, es un farmacéutico y tuvo que cerrar la farmacia y trabajar como vendedor de falafel.

"volveré pronto a dedicarme a mi trabajo verdadero, lo más importante ahora es que estamos viviendo un renacimiento de Duma", dijo Jamal, quien fue encarcelado por los terroristas más de una vez.