Inundaciones catastróficas aumentaron la alarma de rotura de presas y derrumbes al sureste de Estados Unidos el domingo, prolongando la agonía causada por un huracán que dejó al menos 15 muertos y miles de millones de dólares en daño.
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Rebajada a la categoría de depresión tropical, Florence avanzó lentamente sobre Carolina del Norte y del Sur, provocando fuertes lluvias sobre ríos ya crecidos. Las autoridades dijeron que el aumento del nivel del agua y los desbordamientos podrían traer aún más destrucción.


Después de que la lluvia más intensa abandone el área, es probable que el desastre por las inundaciones persista durante días, si no semanas, ya que los ríos permanecerán severamente fuera de sus márgenes.


A medida que Florence continúa su lento avance, producirá "lluvias fuertes y excesivas" en el centro y el oeste de Carolina del Norte en el suroeste de Virginia; el sur de Carolina del Norte en el norte de Carolina del Sur; y el oeste y centro de Virginia, al norte de Roanoke y al oeste de Charlottesville.

El Centro de Huracanes también dice que algunos tornados son posibles el domingo en Carolina del Norte y el este de Carolina del Sur. Se espera que lo que queda de Florencia aumente de velocidad a medida que se dirige hacia el norte más tarde el domingo y el lunes, llegando eventualmente al noreste de Estados Unidos antes de orientarse hacia el mar.

De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes, se espera que caigan entre 13 y 25 centímetros de lluvia en Carolina del Norte, aumentando el total de lluvias a 38 centímetros tierra adentro y 76 centímetros cerca a la costa.

"La tormenta nunca ha sido tan peligrosa como ahora" dijo el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper en una conferencia de prensa. Muchos ríos "siguen creciendo y no se espera que vuelvan a bajar hasta más tarde hoy o mañana", agregó.

Más de 900 personas fueron rescatadas de inundaciones y otras 15.000 continúan en los albergues proveídos por el estado, dijo Cooper.

El gobernador de Carolina del Sur emitió una alerta similar, pidiendo a cualquiera que esté en un área propensa a las inundaciones a evacuar.
"Los ríos en Carolina del Norte que recibieron fuertes lluvias vienen hacia nosotros", dijo el gobernador Henry McMaster en una conferencia de prensa. "Todavía no han empezado a crecer, pero lo harán. La pregunta es qué tanto subirá el agua y no lo sabemos todavía", añadió.
"Muchas personas han evacuado ya", dijo a la AFP Denise Harper, una habitante de Grifton, un pequeño pueblo de Carolina del Norte amenazado por la crecida de un arroyo cercano y del río Neuse. "Es preocupante ver como el agua sube lentamente".

"Desafortunadamente, todavía nos quedan siete días", dijo Brock Long, el administrador de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias dijo a la cadena de televisión estadounidense Fox News.

Long dijo que se esperan más estragos mientras que la tormenta ensancha su alcance sobre regiones que ya están saturadas con agua.

El riesgo a los embalses es especialmente preocupante, ya que estos se encontraban ya en una situación peligrosa debido a una tormenta tropical que llegó a la zona a principios de septiembre, explicó Long.
"Tenemos que enfocarnos en los embalses que haya en la zona que posiblemente vayan a reventar", advirtió.
Una mujer y su bebé fueron unas de las primeras muertes provocadas por Florence cuando un árbol cayó sobre su casa.

Otras de las víctimas incluyen a tres personas que fallecieron debido a una "inundación repentina y aguas rápidas en las carreteras", de acuerdo con la oficina del alguacil del condado de Duplin.

Al menos dos personas murieron al ser electrocutadas cuando intentaban conectar sus generadores, mientras que una pareja murió por envenenamiento con monóxido al encender los generadores dentro de su hogar, según reportes.

"Esta sigue siendo una tormenta catastrófica, que pone en peligro la vida", dijo el meteorólogo del centro de huracanes Zack Taylor sobre Florencia, que se ha cobrado al menos 13 vidas hasta el momento.