Si hacemos caso a Kamal Ravikant, cuando dice que 'las cosas que cargo son mis pensamientos. Son mi único peso. Mis pensamientos determinan si soy libre y ligero o pesado y agobiado', nos daremos cuenta de dejar de posponer tareas es en buena medida una cuestión de cambiar la forma de pensar y de enfocar la situación. Estas 4 estrategias zen para combatir la procrastinación te pueden ser de gran ayuda.

mujer con anteojos
El ser humano tiende a posponer la realización de aquellas tareas que le resultan tediosas, no le gustan, le generan estrés o incluso creen que no son capaces de hacerlas. A este comportamiento se le denomina procrastinación y es una conducta generalizada que todos en algún momento tenemos.

Pero realmente lo que constituye es un acto de autosabotaje, ya que además de posponer un acto que resulta inevitable, hace que nos sintamos mal con nosotros mismos e impide que disfrutemos plenamente de otras cosas que nos agradan más. Por este motivo es conveniente cambiar el modo de pensar y actuar. Por esta razón, te dejamos algunas estrategias para combatir la procrastinación.
"Somos formados por nuestros pensamientos; nos convertimos en lo que pensamos". -Budha-
Cambia el pensamiento de obligación por el de placer

Podemos tener y alimentar la idea de que el trabajo es una obligación que resulta pesada y que podríamos estar haciendo algo muchísimo más divertido su lugar. Incluso este pensamiento puede hacerse tan grade que dé paso a toda una tortura mental. Esta forma de pensar nos lleva a identificar el trabajo con una experiencia desagradable de la que nos queremos alejar.

El resultado es que siempre estamos posponiendo tareas porque no nos sentimos preparados y porque sentimos que es una losa que llevamos encima. Esto genera ansiedad, nerviosismo, frustración y mina nuestra autoestima.

Entonces, ¿por qué no ignorar lo negativo de la misma forma que ignoramos lo positivo, por qué no prestarle tanta atención a lo positivo como se la prestamos a lo negativo? No resulta sencillo, sobre todo si nuestra mirada lleva tiempo sesgada. Se trata de encontrar aquello que más nos gusta de nuestro trabajo, reconocer la importancia de nuestra labor, aprender nuevas formas de desempeñar las tareas que nos gusten más, etc.

Estructurar con inteligencia

El miedo al fracaso, las dudas personales, la baja autoestima, el temor, etc. son factores psicológicos que nos hacen procrastinar. En cambio, si vamos alcanzando objetivos, la confianza en nosotros mismos aumentará y nos sentiremos más capacitados para enfrentarnos a esas tareas que más nos cuestan.

Por tanto, una forma efectiva de combatir la procastinación es fijar una meta cuyo cumplimiento no requiera demasiado esfuerzo. Por ejemplo, en vez de adelgazar 10 kilos, mejor cambiar poco a poco los hábitos alimenticios. Podemos empezar por aumentar la cantidad de fruta y disminuir la de bollería.


Comentario: O por ejemplo, leer diez páginas de un libro todos los días.

Fijar metas de forma progresiva y realista es clave para combatir la procrastinación.
Crea un espacio donde te sientas bien

El lugar donde trabajamos o desarrollamos esas tareas que más nos cuestan juega un papel fundamental. Cuanto mejor te sientas en él, menos procrastinarás. Diseña y cambia tu entorno para hacer esas tareas que no te gustan mucho en un sitio en el que te apetezca estar, que favorezca la calma, la inspiración, la concentración, etc. Colores que te gusten, plantas, mobiliario que sea cómodo, cuadros, eliminar trastos innecesarios, tenerlo ordenado, buena iluminación y ventilación... Todo ayuda.


Comentario: Si bien es un buen punto, también tenemos que ser conscientes de que no podemos controlar todo y que en muchas ocasiones debemos aceptar las condiciones de trabajo en las que nos encontramos. Hacerle frente a estos retos también nos enseña muchas cosas, por ejemplo, a ser más resilientes y poder trabajar con las situaciones del momento.


Si te sientes a gusto, tendrás más ganas de hacer las cosas. Y por supuesto, elimina distracciones que te impidan concentrarte. Internet, ruidos, teléfono, redes sociales, etc. son factores que te alejarán de tu meta, déjalos como recompensa para cuando termines.
"El estrés proviene de la forma en que te relacionas con eventos o situaciones". -Chris Prentiss-
Cuida tu cuerpo

Dormir las horas necesarias, practicar ejercicio y llevar una alimentación sana son tres pilares sobre los que se basa buena parte de nuestra salud. Cuidarlos hará que tengamos más energía, nos sintamos mejor, seamos menos vulnerables al estrés y contemos con un equilibrio emocional con más puntos de apoyo, más sólido.

Cambiar el pensamiento, es posible con estas 4 estrategias para combatir la procrastinación. Te sentirás mucho mejor y mucho más realizado. ¡Tú puedes!