El primer ministro sueco, Stefan Lofven, perdió el martes una moción de censura en el Parlamento que le obliga a abandonar su cargo, aunque de momento no está claro quién formará el próximo gobierno dado que ninguno de los principales bloques políticos tiene mayoría.
Stefan Lofven
© ReutersStefan Lofven
Las elecciones del 9 de septiembre dejaron un parlamento fragmentado en el que el bloque de centro-izquierda de Lofven obtuvo 144 escaños, uno más que la oposición de centro-derecha Alianza.

La formación xenófoba Demócratas de Suecia, con 62 escaños, también respaldó la votación para tumbar a Lofven.


Comentario: Las elecciones resultaron en un gran éxito para los demócratas suecos contrarios a la inmigración ilegal, que obtuvieron el 17,6 por ciento de los votos. Sin embargo, ninguno de los dos lados del centro político acordó formar una coalición con este partido.

El éxito electoral de los demócratas suecos se produjo en un contexto de tensiones en el país por su política de inmigración.


Los analistas esperan que el presidente de la cámara elija a Ulf Kristersson, líder del Partido Moderado, el mayor grupo dentro de Alianza, para tratar de formar un nuevo gobierno.

Pero dada la minoría de Alianza, necesitará el apoyo de los Demócratas de Suecia -rechazados por el resto de grupos desde que el partido llegó al Parlamento en 2010- o del centro-izquierda.

Los socialdemócratas de Stefan Lofven han descartado respaldar a un gobierno de Alianza.

El líder de los Demócratas de Suecia Jimmie Åkesson repitió el martes que su partido rechazaría cualquier ejecutivo que no le dé voz en materia de inmigración, sanidad, pensiones y políticas contra la delincuencia.
«Si Ulf Kristersson quiere ser primer ministro, solo puede serlo con mi ayuda», dijo el martes Åkesson a la televisión sueca.
Alianza, que incluye a los Moderados, el Centro, Liberales y Demócratas Cristianos, ha dicho que no negociará con ellos.

El presidente del Parlamento tiene cuatro intentos para encontrar un nuevo Gobierno y, si la situación sigue estancada, Suecia celebrará otras elecciones dentro de tres meses.


Comentario: Está por verse si la formación Demócratas finalmente forma parte del gobierno. Lo que parece bastante claro en este punto es que la política sueca de fronteras altamente abiertas no está funcionando nada bien, y posiblemente ni siquiera para los refugiados/inmigrantes. Hay un término medio entre fronteras completamente abiertas y la xenofobia de las fronteras cerradas: políticas inteligentes de inmigración que mantienen alejados los elementos negativos en la medida de lo posible, al mismo tiempo que se admite a nuevas personas socialmente benéficas, junto con sus ideas y cultura, con la esperanza de fusionar lo mejor de lo viejo con lo nuevo.