El ayuno intermitente es el antiguo secreto para una buena salud. Es antiguo porque se ha realizado durante toda la historia de la humanidad, y es secreto porque esta efectiva costumbre prácticamente se olvidó.

ayuno intermitente
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Pero mucha gente está redescubriendo este tratamiento alimenticio. Puede proporcionar enormes beneficios si se hace de forma correcta: adelgazamiento, corrección de la diabetes de tipo 2, aumento de energía y muchas más cosas.

En esta guía para principiantes puedes aprender todo lo que necesitas saber sobre el ayuno.
Descargo de responsabilidad [de Diet Doctor]: Aunque el ayuno intermitente tiene muchos beneficios demostrados, sigue siendo controversial. Un peligro potencial tiene que ver con los medicamentos, sobre todo para la diabetes, en los que muchas veces es necesario adaptar la dosis. Discute cualquier cambio en la medicación o en el estilo de vida (si es relevante) con tu médico. Descargo de responsabilidad completo

Esta guía está dirigida a adultos con problemas de salud, incluyendo la obesidad, que podrían beneficiarse de hacer ayuno intermitente. Aprende más.

La lista de personas que NO deberían ayunar incluye las que tienen un peso inferior al normal o que tienen trastornos alimentarios como anorexia, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y las personas menores de 18 años. Aprende más.
Introducción: una parte natural de la vida

Ayuno intermitente: ¿no es inanición?

No, ayunar se diferencia de la inanición en un aspecto crucial: el control. La inanición es la falta involuntaria de alimento, no es intencional ni controlada. Ayunar, en cambio, es aplazar de forma voluntaria la ingesta de comida por motivos religiosos, de salud o de cualquier otro tipo.

Tienes fácil acceso a alimentos, pero decides no comer. El ayuno puede ser de cualquier duración, desde unas horas a incluso semanas. Es posible empezar en cualquier momento, y puedes dejarlo también cuando desees. Se puede empezar o terminar un ayuno por cualquier motivo o sin motivo alguno.

No tienen una duración estándar, ya que simplemente es no comer. En cualquier momento en el que no comas, estás ayunando. Por ejemplo, puedes ayunar entre la cena y el desayuno del día siguiente, un intervalo de aproximadamente 12-14 horas. En este sentido, ayunar puede considerarse parte de la vida cotidiana

Examinemos el término "desayuno". Hace alusión a la comida que rompe el ayuno; lo cual se hace a diario. En vez de ser una especie de castigo inhumano y poco habitual, el lenguaje confirma de forma implícita que se debe hacer a diario, incluso si es corto.

Ayunar no es algo extraño ni peculiar, sino parte de la vida diaria y corriente. Es quizá el tratamiento alimenticio más antiguo y efectivo que se pueda imaginar. Pero por algún motivo hemos olvidado su formidable efectividad e ignorado sus posibilidades terapéuticas.

Aprender a ayunar de forma correcta nos da la opción de ponerlo en práctica.

¿Cómo funciona el ayuno intermitente?

Básicamente, ayunar permite al cuerpo quemar el exceso de grasa corporal. Es importante saber que esto es normal y que las personas hemos evolucionado para poder ayunar sin sufrir efectos nocivos para la salud. La grasa corporal es solo energía alimentaria almacenada. Si no comes, el cuerpo simplemente "comerá" su propia grasa para obtener energía.

La vida es cuestión de equilibrio. Lo bueno y lo malo; el ying y el yang. Lo mismo puede decirse de comer y ayunar. Ayunar no es más que la cara opuesta de comer. Si no estás comiendo, estás ayunando. Funciona así:

Al comer se ingiere más energía alimentaria de la que podemos usar de forma inmediata. Parte de esta energía ha de almacenarse para ser usada más tarde. La insulina es la principal hormona implicada en el almacenamiento de energía alimentaria.

La insulina aumenta al comer, esto ayuda a almacenar el excedente de energía de dos formas diferentes. Los azúcares pueden unirse en cadenas largas, llamadas glucógeno, que después se almacenan en el hígado. Sin embargo, el espacio de almacenamiento es limitado, y una vez que se llena, el hígado empieza a convertir el exceso de glucosa en grasa. Este proceso se denomina lipogénesis de novo (que literalmente significa "crear grasa de nuevo").

Parte de la grasa recién creada se almacena en el hígado, pero la mayoría se traslada a otros depósitos de grasa del cuerpo. Aunque esto es un proceso más complejo, la cantidad de grasa que se puede crear no tiene límite. De manera que existen dos sistemas complementarios de almacenamiento de energía alimentaria en el cuerpo. A uno es muy fácil acceder, pero tiene una capacidad limitada de almacenamiento (glucógeno), y al otro el más difícil acceder, pero tiene una capacidad ilimitada de almacenamiento (grasa corporal).

El proceso funciona a la inversa cuando no comemos (ayuno). El nivel de insulina desciende, dando señal al cuerpo para que empiece a quemar la energía almacenada, ya que no recibe más por medio de alimentos. La glucosa sanguínea desciende y el cuerpo tiene que extraer glucosa del depósito para quemarla como energía.

El glucógeno es la fuente de energía de más fácil acceso. Se degrada a moléculas de glucosa para proporcionar energía a otras células. De esta forma se puede suministrar suficiente energía al cuerpo durante 24-36 horas. Después, el cuerpo empieza a degradar grasa para usarla como energía.

Así que el cuerpo solo puede estar en dos estados: en estado absorción (insulina alta) y en ayuno (insulina baja). O estamos almacenando energía alimentaria o la estamos quemando. Es una cosa o la otra. Si hay un equilibrio entre comer y ayunar, no hay ganancia de peso neto.

Si empezamos a comer desde que nos levantamos y no paramos hasta que nos vamos a dormir, pasamos la mayor parte del tiempo en el estado de absorción. Con el tiempo, engordaremos. No hemos dejado nada de tiempo para que el cuerpo queme la energía alimentaria.

Para restablecer el equilibrio o adelgazar, solo necesitamos aumentar el intervalo en el que quemamos energía alimentaria (ayuno). Básicamente, ayunar permite al cuerpo usar la energía almacenada. A fin de cuentas, para eso está. Lo que hay que entender es que no tiene nada de malo: así es como está diseñado el cuerpo. Es lo que hacen los perros, gatos, leones y osos, y también lo que hacemos los seres humanos.

Si comes de forma constante, como a menudo se recomienda, el cuerpo simplemente usará la energía de la comida que entra y no quemará la grasa corporal, solo la almacenará. El cuerpo la guarda para cuando no haya nada que comer. Falta equilibrio, falta ayuno.