Diputados macronistas votaron en contra; sindicato y chalecos amarillos se unen en jornada de huelga general

France Yellow Vests
© YouTube screenshotProtesta de chalecos amarillos en Francia
Medio centenar de diputados del partido de gobierno se rehusaron a votar la llamada ley contra el vandalismo aprobada por la Asamblea Nacional francesa, por considerar que pone en peligro la libertad de manifestar.

El texto -aprobado en primera instancia por 387 votos a favor, 92 en contra y 74 abstenciones- da a los prefectos la posibilidad de decidir la prohibición de manifestar en caso de amenaza al orden público y prevé que toda violación a esa decisión puede ser sancionada con seis meses de prisión y 7 mil 500 euros de multa.


Comentario: ¡Qué conveniente! Sin duda que veremos de ahora en adelante muchas "amenazas al orden público" de los chalecos amarillos prohibidas por las autoridades, y mucha más represión violenta en contra de quienes no acaten la prohibición. ¡Macron, salvado por la campana!


También autoriza a las fuerzas del orden a efectuar cateos a fin de comprobar si manifestantes ocultan armas y la posibilidad de obligar a los vándalos a pagar los daños ocasionados deliberadamente durante una manifestación.

La nueva ley, que debe ser ahora examinada por el Senado, introduce un nuevo delito, denominado de "disimulación", que se aplica a quien oculta su rostro para cometer un acto de violencia en una protesta de carácter político, sindical o social.


Comentario: Podríamos apostar a que los miembros del llamado "Bloque Negro" y de "Antifa" -justamente los que son violentos y se cubren el rostro- no van a ser el blanco de esta nueva regla. ¡Sin agentes provocadores no puede haber represión!


La ley contra el vandalismo es una consecuencia directa de los disturbios registrados en París y otras ciudades francesas desde que comenzaron las manifestaciones de los chalecos amarillos, el 17 de noviembre último, que provocaron centenares de heridos -en muchos casos graves- y enormes daños materiales.

Antes de la votación, legisladores de todos los sectores políticos habían estimado que esa ley constituía una amenaza a la libertad de manifestar, "principio esencial en un país democrático como Francia". Una parte de los diputados del partido de gobierno La República en Marcha (LREM) efectuó incluso una intensa presión para modificar el texto original a fin de eliminar o moderar las disposiciones más irritantes.

La votación se hizo en medio de una tensa jornada de huelga general contra la política del presidente Emmanuel Macron, decretada por la central obrera procomunista CGT aliada a un sector de los chalecos amarillos.

En las 160 manifestaciones realizadas en toda Francia, la participación fue mínima (5 mil personas en Marsella, 4 mil 300 en Lyon, mil 500 en Estrasburgo y 14 mil en París). La CGT calculó había movilizado 300 mil personas en todo el país.


Comentario: ¿"Mínima"? Hubo 160 manifestaciones, y suponiendo que haya habido unas mil en promedio por cada una, entonces se habrían movilizado al menos 160 personas.


Los analistas consideran que, al sumarse a la protesta de los chalecos amarillos, la CGT dividió profundamente al movimiento sindical francés. La CFDT, primer sindicato de Francia, y la central moderada Fuerza Obrera condenaron la "deriva populista" de un sindicato que hasta hace poco era el mayoritario.