Traducido por el equipo de Sott.net en español.
duda bibi
El primer ministro israeli Benjamín Netanyahu le dice al presidente polaco Andrzej Duda: "Entonces vas a asumir la culpa por el Holocausto, ¿correcto?"
Una conferencia en Varsovia esta semana se presentó como el restablecimiento del papel principal de EE.UU. en la diplomacia para el Medio Oriente. La ausencia de Rusia y de otros líderes europeos sólo sirvió para poner al descubierto la mal concebida cumbre y el aislamiento de Washington.

Cuando la administración Trump inicialmente planeó el foro el año pasado, el propósito era rescatar a Washington de la exclusión diplomática por la que había optado al abandonar el acuerdo nuclear internacional con Irán.

La ruptura de Trump del acuerdo con Irán en mayo de 2018 había aislado a Estados Unidos de otros signatarios: Rusia, China y los europeos. Al celebrar una conferencia de alto nivel sobre Irán, la idea era mejorar la posición diplomática de Washington en Medio Oriente.

El problema fue que desde el principio la mayoría de los posibles participantes entendieron que la verdadera agenda de la reunión era un intento por parte de Washington de conseguir apoyo internacional para seguir antagonizando a Irán con sanciones económicas.


Comentario: O, si eres Netanyahu, para seguir declarando "un interés común de hacer la guerra contra Irán".

¿Cuándo se va a hacer a un lado ese "pequeño país de mierda", para citar a un ex ministro de Asuntos Exteriores francés?


A pesar de que EE.UU. recientemente ha negado de manera oficial que busca un cambio de régimen en Teherán, el duradero patrón de flagrante hostilidad del presidente Trump y otros en su administración delató las verdaderas intenciones de Washington.

El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohammad Javad Zarif, calificó el evento de Varsovia como "un circo antiiraní desesperado". El mes pasado, fue evidente que los estados europeos no iban a asistir a la conferencia debido a que la agenda apenas velada socavaría aún más los esfuerzos de la UE por preservar el acuerdo con Irán.

La conferencia de esta semana -aunque se ha programado como una "cumbre ministerial"- ha brillado por la ausencia de delegados de alto nivel. Rusia, Turquía, Qatar y Líbano no asistieron. Tampoco lo hicieron muchos líderes europeos, incluida la jefa de política exterior de la UE, Federica Mogherini.


Comentario: En efecto, Rusia, Turquía e Irán estaban demasiado ocupados estableciendo la verdadera agenda de Medio Oriente en otra cumbre trilateral en Sochi.


bibi pence
"Y luego les dije: ¡Les vamos a sancionar hasta los pantalones si no cooperan!"
La parte estadounidense envió una delegación de alto nivel encabezada por el Vicepresidente Mike Pence y el Secretario de Estado Mike Pompeo. También estuvo presente Jared Kushner, yerno del presidente Trump y "asesor especial" sobre la política de Medio Oriente.

La falta de participantes extranjeros de alto nivel -especialmente Rusia, que se ha convertido en el principal actor externo en los asuntos de Medio Oriente tras su exitosa intervención militar en Siria- no hace más que mostrar lo reducido que se ha vuelto el papel de Washington.


Al darse cuenta de que su agenda anti-Irán no iba a ganar mucho impulso, Washington cambió el nombre de la conferencia de Varsovia en un intento de darle un mandato regional y aparentemente más general. El título actualizado del evento, que proclama el "Futuro de la paz y la seguridad en Medio Oriente", tenía la intención de no alienar a otros por el inicial enfoque hostil hacia Irán.

Por lo tanto, la agenda se amplió para incluir debates sobre Siria, Yemen y el proceso de paz israelo-palestino.

Sin embargo, Irán no fue invitado. ¿Cómo puede celebrarse una supuesta conferencia de paz y seguridad en Medio Oriente sin la inclusión de Irán, una potencia regional indudable?

¿Cómo se puede esperar que las discusiones sobre Siria sean productivas cuando el gobierno sirio no está presente, ni su principal aliado, Rusia?


Comentario: ¿Y cuando la masacre de civiles dirigida por los Estados Unidos continúa sin cesar en la región?


No hubo delegaciones de los rebeldes hutíes en Yemen, ni de la Autoridad Palestina. Los palestinos han boicoteado el tan cacareado plan de paz de Trump, encabezado por Jared Kushner, desde que Washington reconoció el año pasado a Jerusalén como la capital de Israel, así como las continuas sospechas de nuevas transgresiones contra los derechos palestinos, como el regreso de los refugiados.

En la víspera de la conferencia de Varsovia, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu abrió el telón a la verdad cuando reveló que la reunión tenía la intención de solidificar el "interés común por la guerra contra Irán". El tuit de Netanyahu fue borrado rápidamente, pero no antes de que fuera ampliamente difundido por los críticos.

Irán señaló que no fue "una coincidencia" que el primer día de la conferencia en Varsovia, el país experimentara el peor ataque terrorista en años en su territorio cuando 27 miembros de su Guardia Revolucionaria Islámica fueron asesinados en un atentado suicida con bomba, reivindicado por un grupo yihadista. Teherán afirmó que el grupo terrorista tenía vínculos con "servicios de inteligencia extranjeros".

Mientras asistía a la cumbre, el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, pidió abiertamente un cambio de régimen en Irán. Giuliani también habló en un mitin en Varsovia organizado por el grupo de exiliados iraníes Mujahideen-e Khalq (MEK). El grupo ha estado vinculado a anteriores ataques terroristas en Irán dirigidos a derrocar al gobierno de Teherán. No está claro si el MEK estuvo involucrado en el mortífero ataque con bomba de esta semana, pero sus delegados en Varsovia, que habían sido anfitriones de Giuliani, aplaudieron el asesinato de los guardias iraníes, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán.

A principios de esta semana, Irán celebró el 40º aniversario de su revolución islámica. El aniversario fue vilipendiado por Trump como "40 años de terror". Su Asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, también dirigió un mensaje a los líderes de Irán diciendo que su tiempo se había acabado. El israelí Netanyahu también se regocijó en una escalofriante advertencia de que el aniversario podría ser el último.

Sin embargo, absurdamente, los funcionarios estadounidenses trataron de fingir que la conferencia de Varsovia no era un evento para "criticar a Irán". Gordon Sondland, el embajador de EE.UU. ante la UE, se quejó de que la inasistencia de los líderes europeos era "un acto que no era de ayuda".

Andrew Miller, un ex diplomático de la administración Obama, dijo que el boicot de facto por parte de los aliados estadounidenses de una cumbre supuestamente histórica no tenía precedentes.

Pero, por supuesto, ¿qué esperaba Washington? La administración Trump ha mostrado un desprecio sumamente despótico por las normas diplomáticas, incluso hacia sus supuestos aliados europeos.

También se ha revelado como un país lleno de contradicciones y caos en su política hacia Medio Oriente. ¿Se retirarán los Estados Unidos de Siria o no? Las señales contradictorias de Washington sobre este tema por sí solo simbolizan la incoherencia general y el liderazgo vacilante de la Casa Blanca.

El presidente Trump parece quererlo todo. Quiere el unilateralismo de "Estados Unidos Primero" y se apresura a ignorar a los aliados y sus intereses, siendo el acuerdo nuclear de Irán un caso clásico.

Luego, cuando la administración Trump trata de mitigar el daño de sus contusiones y de celebrar una supuesta conferencia multilateral sobre el Medio Oriente, el resultado es que muy pocos le otorgan credibilidad o respeto al evento.

Está muy claro que Washington no tiene ninguna intención de "paz y seguridad" en Medio Oriente. Su farsa de hacerse pasar por un árbitro diplomático se está desmoronando. Pero la farsa que es la diplomacia estadounidense está revelando cuán irrelevante se ha vuelto el papel de Washington.

La mayoría de las naciones sabe que la obsesión de Washington por confrontar a Irán no es una política viable. En efecto, se trata de una patología censurable que sólo parece resonar con los regímenes trastornados de los déspotas belicistas israelíes y saudíes, ambos destacados esta semana en Varsovia.

Incluso la mera elección del lugar de celebración revelaba el declive del estatus de Estados Unidos. Polonia ha estado comportándose como súbdito hacia Washington con su compra de sistemas de misiles estadounidenses y su petición de que los estadounidenses construyan una nueva base militar en el país, que Varsovia propone llamar "Fuerte Trump". Un ex diplomático polaco incluso se quejó de que el gobierno de Varsovia no había contribuido a la agenda de la cumbre, que según él estaba dominada por Washington, Israel y Arabia Saudita.

La administración Trump sabía que tenía que celebrar su cumbre de Medio Oriente en Polonia esta semana porque no sería bienvenida en los estados de Europa Occidental. Es un signo de los tiempos en los que la diplomacia estadounidense parece estar hospedada sólo por estados europeos marginales que son demasiado obsequiosos como para reírse de la farsa.
Sobre el autor

Finian Cunningham (nacido en 1963) ha escrito extensamente sobre asuntos internacionales, con artículos publicados en varios idiomas. Originario de Belfast, Irlanda del Norte, es licenciado en química agrícola y trabajó como editor científico para la Royal Society of Chemistry, Cambridge, Inglaterra, antes de dedicarse al periodismo. Durante más de 20 años trabajó como editor y escritor en importantes organizaciones de medios de comunicación, incluyendo The Mirror, Irish Times e Independent. En la actualidad es periodista freelance y vive en África Oriental. Sus columnas aparecen en RT, Sputnik, Strategic Culture Foundation y Press TV.