Las esvásticas y las marcas antisemitas fueron encontradas en más de 80 lápidas en un cementerio judío en el este de Francia el martes, en el día de las marchas nacionales contra el aumento de los ataques antisemitas.

Los daños fueron descubiertos el martes por la mañana en un cementerio del pueblo de Quatzenheim, cerca de la frontera con Alemania en la región de Alsacia, según una declaración de la oficina de seguridad regional.
Se trata del último impactante incidente de antisemitismo en Francia.
Según las autoridades, alrededor de 80 tumbas en total fueron profanadas con grafitis antisemita y símbolos de esvástica.
Las fotos muestran los símbolos nazis pintados en azul sobre las tumbas dañadas, una de las cuales lleva las palabras "Elsassisches Schwarzen Wolfe" ("Lobos negros alsacianos"), un grupo separatista vinculado a los neonazis en los años setenta.
Comentario: Es decir, ¡ya no existe!
El alto funcionario de seguridad de la región, Jean-Luc Marx, condenó "del modo más enérgico posible este terrible acto antisemita y envía su total apoyo a la comunidad judía, que ha vuelto a ser blanco de ataques", añade la declaración.
El presidente Emmanuel Macron viajará al cementerio para inspeccionar los daños el martes, antes de visitar el monumento conmemorativo del Holocausto en París, dijo el ministro del Interior Christophe Castaner a RTL Radio.
Comentario: Ah, qué conveniente. Va a hacer un viaje especial fuera del Elíseo para visitar las lápidas dañadas el mismo día en que el Estado organizó protestas contra los chalecos amarillos bajo el repugnante tema del "antisemitismo". Si uno fuera un teórico de la conspiración, se inclinaría a especular que los agentes provocadores prorrégimen embadurnaron las lápidas con esvásticas...
El diputado local Sylvain Waserman dijo que quedó "disgustado" y "furioso" después de enterarse del vandalismo.
El incidente se produce el día en que se planean concentraciones masivas en París y otras ciudades francesas el martes para denunciar un estallido de actos antisemitas.
Comentario: Sólo una coincidencia, nada de qué preocuparse.
"Esta es la respuesta a la llamada de atención nacional que pedimos la semana pasada", dijo Francis Kalifat, del grupo CRIF, compuesto por organizaciones judías francesas.
Comentario: Es como las organizaciones del "lobby" pro-Israel AIPAC y ADL en EE.UU., pero de Francia y en uno solo.
Se refería a una oleada de vandalismo y grafitis antijudíos descubiertos en París y sus alrededores en los días siguientes a otro sábado de protestas de los chalecos amarillos.
Comentario: Es una referencia a esto: ¿Más antisemitismo falso? Gobierno francés culpa a manifestantes de chalecos amarillos por el incremento de grafitis neonazi en las calles de París.
La Plume Libre: El cementerio judío de Quatzenheim, en el Bajo Rin, fue profanado esta noche. Unas 80 sepulturas fueron afectadas. Un nuevo acto de antisemitismo en Francia.El grafiti en la sede del diario francés Le Monde utilizó tropos antisemitas para referirse al antiguo trabajo de Macron como banquero de inversiones de Rothschild.
Comentario: Técnicamente, eso es un hecho. Aunque sí, cuando se arma una narración tan ordenada como esta, parece, en general, bastante indecorosa...
En otro incidente, las palabras "Macron perra de judíos" se escribieron en inglés en la puerta de un garaje en el centro de la ciudad, y la frase "cerdo judío" fue plasmada con pintura en aerosol en una pared en el distrito 18 norte.
Pero el aumento de los actos antisemitas en Francia es anterior al movimiento de los chalecos amarillos.
Comentario: No hay necesidad de "pero" en esa frase; siguiendo con su narración, si los chalecos amarillos (es decir, la mayoría de los franceses) son "antisemitas", y sus protestas son una expresión de años y décadas de frustraciones reprimidas ante la dirección que Francia ha tomado, entonces uno esperaría que los actos antisemitas hubieran aumentado desde hace algún tiempo.
Lo que especialmente no ayuda a la causa de la clase dirigente es que es bien sabido en Francia que los propios judíos han sido sorprendidos cometiendo "actos de antisemitismo", con el propósito, sin duda, de hacer que sus vecinos franceses parezcan "antisemitas"...
El año pasado, la policía registró un aumento del 74 por ciento en las denuncias de delitos contra los judíos, lo que causó alarma en un país que alberga a la mayor población judía de Europa.
El gobierno ha tratado de seguir una línea muy fina para condenar el reciente aumento del antisemitismo sin criticar lo que se ha denominado quejas legítimas de los manifestantes.
Comentario: Una línea muy fina de tonterías.
Los medios de comunicación franceses han estado disparando -día tras día, en medios regionales y nacionales- el mensaje de que el movimiento de los chalecos amarillos "odia a los judíos", durante más de dos meses seguidos. La clase dirigente francesa -tanto su rama franco-francesa como su rama dual-israelí- se ha convertido en "literalmente Hitler" para todo el mundo.
Para redondear el panorama teatral, ayer se realizó una manifestación en París convocada por el principal partido de izquierda de Francia (en otras palabras, un evento patrocinado por el Estado), en la que los expresidentes Sarkozy y Hollande se unieron a Macron y a otras figuras de la clase dirigente para "defender a los judíos" (pero en realidad para atacar a los chalecos amarillos, dando a entender que son viles detractores de los judíos).
Hoy miércoles, Macron, el presidente "legítimo y democráticamente electo" de Francia, habló ante el anteriormente mencionado CRIF, anunciando que promulgará una legislación para ampliar la definición de antisemitismo e incluir la crítica a Israel y al sionismo...
En la Alemania de Hitler, era ilegal criticar el nazismo. En la URSS, era ilegal criticar al comunismo. Esa es una de las características del totalitarismo. A primera vista, hoy estamos presenciando una extraña variación de esto en Occidente: pronto va a ser ilegal criticar a los judíos; además, la definición de lo que eso significa incluye críticas serias al gobierno, como las del movimiento de los chalecos amarillos.
En el judaísmo, un chivo expiatorio era una cabra enviada fuera de las murallas de la ciudad al desierto después de que el sumo sacerdote hubiera puesto simbólicamente los pecados del pueblo sobre ella. El gobierno francés piensa ilusoriamente que sus esfuerzos simbólicos por expulsar los "pecados del pueblo" (su insurrección), al hacer una equivalencia entre la crítica al gobierno y la violación de "La Ley", van a ayudarle.
Ellos no saben, por supuesto, cuál es el efecto real de toda esta coreografía política sobre el 75-85% de la población que quiere un cambio de régimen: detrás de las palabras, lo que realmente están comunicando a las clases no elitistas es que "la teoría de la conspiración es real: los judíos poderosos realmente son sus amos y señores".
Lo que realmente están haciendo, inadvertidamente, es convertir a los judíos en chivos expiatorios. Los resultados son terriblemente predecibles.